Apabullante, como las cuatro ‘poles’ que acumula a sus 23 años, fue la clasificación del neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que saldrá primero en el Gran Premio de Baréin, tras un sábado ilusionante para los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Alpine), octavo y noveno.
Verstappen no había dado opción desde que aterrizó en el circuito de Sakhir, liderando todas las sesiones de entrenamientos, y tampoco la dio este sábado: cuando quiso dar la estacada final, en su último intento de la Q3, le sacó 388 milésimas al heptacampeón mundial británico Lewis Hamilton (Mercedes). Palabras mayores.
Su ‘pole’ rompe siete años de hegemonía de las ‘flechas plateadas’: desde 2014 habían gobernado las clasificaciones en todos los inicios de la temporada. Hay que retroceder hasta 2013 para encontrar una que no lleve su autoría. Fue del alemán Sebastian Vettel, en el último de sus cuatro años triunfales con Red Bull.
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Casi un cambio de era, pero no tanto, porque Hamilton superó los problemas con su Mercedes para ser segundo y su compañero finlandés Valtteri Bottas fue tercero, demostrando que no se puede dar por amortizada a la escudería alemana.
Por detrás de ellos, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), el australiano Daniel Ricciardo (McLaren), el británico Lando Norris (McLaren), Carlos Sainz (Ferrari), Fernando Alonso (Alpine) y el canadiense Lance Stroll (Aston Martin) cerraron los diez primeros lugares.
De ellos sorprendieron el quinto de Gasly, que demostró que Alpha Tauri puede dar más juego del que parecía a priori, como el noveno de Fernando Alonso, que en su retorno a la competición dos años después sacó del Alpine mucho más de lo que cabía esperar para entrar en la Q3 a las primeras de cambio. Su compañero de equipo -que es siempre el gran rival de cada piloto en la F1-, el francés Esteban Ocon, ni siquiera entró en la Q2 y saldrá decimosexto.
'Ha ido bien, ¿no? ¡Cabrón! Has dado una buena clasificación. Para llevar un par de años parado...', le dijo Sainz a Alonso justo antes de que el bicampeón mundial en 2005 y 2006 atendiera a la televisión. 'Oxidado', bromeó el asturiano, visiblemente contento.
Menos contento al final, pero igualmente de ilusionante es el octavo de Sainz, porque después de sobreponerse a una parada del motor en la Q1 hizo el mejor tiempo de todos los pilotos en la Q2 (1:30.009) y solo cierta 'falta de experiencia' con su nuevo monoplaza le hizo no apretar lo suficiente en la vuelta definitiva.
El madrileño fue protagonista en la primera ronda porque se salvó por los pelos de la eliminación (decimoquinto), al no poder mejorar su vuelta porque se quedó clavado. 'El motor se ha parado, no sé por qué', transmitió Sainz al equipo a través de la radio, tras conseguir reiniciar el coche y llevarlo a los talleres.
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Verstappen había sido el dominador de esa primera ronda (1:30.499) por delante de la escudería sorpresa del sábado: Alpha Tauri, que colocó al japonés Yuki Tsunoda segundo a una décima del posterior ‘poleman’ en su primer intento, por delante de Hamilton. El primer eliminado ilustre fue el tetracampeón mundial alemán Sebastian Vettel, cuya mejor vuelta solo le valió para tener el decimoctavo mejor tiempo en su debut con Aston Martin.
El primer asalto de la Q2 lo dominó Hamilton, 2,3 décimas mejor que Verstappen, pero en el segundo golpearon primero los Ferrari de Leclerc y Sainz, que se puso primero por una milésima (1:30.009) y estableció el mejor tiempo de la sesión, por delante de los Mercedes, los McLaren, Verstappen, Gasly, Alonso y Stroll.
Entre los damnificados estuvo el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), undécimo tras salirse en el primer intento y no lograr mejora suficiente en el segundo y el sorprendente Tsunoda, que se la jugó al neumático medio y acabó con el decimotercer registro.
Con solo diez contendientes y en la hora de la verdad, apareció el genio de Verstappen. El primer intento de la Q3 se lo llevó de calle con un tiempo estratosférico de 1:29.526, 23 milésimas más rápido que Hamilton y medio segundo mejor que el Alpha Tauri que quedaba, el de Pierre Gasly.
Pero aún tenía más el neerlandés, ya que en la vuelta rápida definitiva bajó otro medio segundo para dejar al siete veces campeón mundial muy lejos, a 388 milésimas. 'Por fin, amigos, esta vuelta fue la buena', dijo al equipo a través de la radio.
Tras un sábado apabullante, Verstappen tendrá que tener la sangre fría necesaria para soportar el acoso de los Mercedes y el viento de Sakhir si quiere hacerse con la primera victoria de la temporada. Si lo hace, tendrá a tiro la undécima victoria de su carrera y la posibilidad de poner en duda la era triunfal de Mercedes.