Francia empezó con mal pie la fase de clasificación para el Mundial de Catar al empatar en casa a un gol con Ucrania, en un encuentro en el que su abrumadora superioridad de la posesión no logró derribar la ordenada defensa visitante.
La actual campeona del mundo dominó el partido de principio a fin, pero ese control se tradujo en muy pocas ocasiones de sus grandes estrellas, por más que el seleccionador galo, Didier Deschamps, movió el banquillo en busca de soluciones.
Deschamps sorprendió de inicio al apostar por un 4-2-3-1 muy ofensivo, con Pogba en el banquillo y Coman y Mbappé como extremos en un intento buscar espacios para superar el previsible cerrojo diseñado por Andrei Sevchenko con un esquema 4-5-1.
Tras unos minutos iniciales de dominio francés que comenzaba a advertir del peligro, Antoine Griezmann hizo el primer tanto en el 19, con un sensacional disparo cruzado a la escuadra de Bushchan desde un vértice del área. Fue el gol número 34 del azulgrana con los 'bleus'.
Las bandas francesas con Coman, Mbappé y Hernandez siguieron funcionando y Giroud tuvo dos buenas ocasiones que envió por encima del travesaño.
Mientras, los ucranianos se contentaron con no recibir más goles gracias a su entramado defensivo mientras sus tímidos intentos de contraataque eran fácilmente neutralizados por la defensa francesa.
La segunda parte se desarrolló según el mismo guión, con Francia intentado aumentar su ventaja ante una Ucrania agazapada a la espera de su oportunidad.
Y esa oportunidad se hizo realidad en el minuto 57, con un duro disparo de Karavayev que fue desviado por Kimpembe y terminó alojándose mansamente en las redes de un impotente Lloris, lanzado hacia el lado opuesto de su meta.
Deschamps optó por cambiar de sistema y retiró a Giroud y Coman para introducir a Pogba y Dembélé, en busca de más mordiente en el ataque.
Sin embargo, la doble línea defensiva de Ucrania, con los diez jugadores de campo jugando muy pegados en las proximidades del área, fue un obstáculo insalvable y los franceses no pudieron encontrar espacios.
La siguiente pieza que movió Deschamps fue Martial, en lugar de un inoperante Mbappé, pero el atacante del Manchester United tampoco pudo marcar la diferencia.
La última ocasión de una Francia ya a la desesperada fue un cabezazo de Kimpembe a la salida de un córner que Bushchan atrapó sin problemas en el minuto 90.