Por fin el Barcelona vivió una noche más tranquila en el Camp Nou, con dos goles más de Leo Messi, y sumó ante el Huesca una victoria (4-1) para acercarse al liderato en LaLiga, en poder del Atlético de Madrid, de quien le separa solo cuatro puntos con once partidos por jugar.
Solo cuatro, porque a principios de año, los de Koeman eran octavos, a diez puntos de los atléticos que, además, tenían un partido por jugar.
Le puede interesar: Messi iguala a Xavi como el jugador del Barcelona con más partidos: 767
Pero desde entonces, los azulgrana se han mostrado sólidos. Han sumado 45 de los 51 puntos en juego, pero sobre todo saben a qué juegan. Koeman ha dado con la tecla y todo fluye.
Dos remates al palo, dos goles de bellísima factura y un penalti que pone de relieve las dudas que genera el VAR y su uso efectivo. Eso es lo que dio de si la primera mitad, en unos 45 minutos en los que de Koeman firmaron un buen fútbol, con solvencia y sin dudas, pero que quedó empañado por un penalti a última hora, que pocos entendieron.
Koeman puso en juego un 3-5-2, de nuevo con De Jong encastrado como central, buscando las bandas y las proyecciones de sus delanteros.
Los de Pacheta lo confiaron todo a la táctica Cádiz, que se llevó un punto del Camp Nou, después de mucho trabajo defensivo y la pizca de suerte por un penalti señalado a última hora.
Si esta noche no se repitió no fue por el penalti, muy dudoso señalado en una acción de Ter Stegen a Rafa Mir, sino porque el Barcelona se había adelantado con dos tantos.
Fueron dos grandes acciones, dos remates desde fuera del área. El primero de Leo Messi, que abrió el marcador en el minuto 13 en su partido 767 como azulgrana, tras un exquisito control orientado tras eludir a Pulido y poner el balón en la escuadra derecha de la meta de Álvaro Fernández.
Messi pudo anotar el 2-0 en el 15 y Alba, también en el 33, pero su remate dio en el travesaño y en el palo. Sí anoto Griezmann en el 35, después de una combinación con Pedri, y situar el balón, más o menos, en el mismo lugar que Leo la había puesto anteriormente (2-0).
Pudo rematar el partido el Barça por medio de De Jong, en el 42, pero quien marcó fue el Huesca, con un penalti muy raro. Antes de esa acción, Maffeo, con una gran acción individual, puso a prueba a ter Stegen en el 26.
Al poco del inicio del segundo tiempo, un centro de Messi fue rematado por Mingueza (3-1, min. 53), en el primer tanto como profesional del central canterano del Barça.
Poco después Rafa Mir falló, bajo los palos, un servicio de Escriche y el partido a partir de entonces fue más plano, con menos sobresaltos. Prácticamente en la última acción del partido, Messi anotó de otro remate lejano para cerrar el 4-1 y suma su vigésimo primer tanto en LaLiga para seguir al frente de la tabla de goleadores.