El fin del confinamiento de cinco días en el estado australiano de Victoria permitirá la vuelta del público al Melbourne Park para presenciar el Abierto de Australia que se disputa hasta el domingo, aunque con restricciones para respetar el distanciamiento social.
Según anunció la organización del torneo en su página web, los espectadores podrán sentarse en las gradas, pero se establece un límite de 7.477 espectadores por sesión, aproximadamente el 50 por ciento del aforo y con la obligatoriedad de llevar mascarillas donde no sea posible mantener distancias de seguridad.
En la primera semana del torneo estaba permitida la entrada de 30.000 personas en todo el recinto donde se disputa el primer Grand Slam del año.
'Esperamos recibir de nuevo a los fans en el Abierto de Australia en los próximos cuatro días y terminar el evento de manera segura y en lo alto', afirmó el director del torneo, Craig Tiley, en un comunicado.
'La semana pasada tuvimos la primera experiencia real de deporte en vivo con los fans en las gradas y el ambiente era eléctrico. Los jugadores apreciaron la oportunidad de competir delante del público por primera vez en casi un año y muchos hablaron de lo emotivo que era conectar con los fans de nuevo', recalcó.
Fin del confinamiento
El anuncio del torneo se produjo después de que el jefe del Gobierno de Victoria, Daniel Andrews, afirmara que las restricciones de movilidad se levantarán esta medianoche de Australia (13:00 GMT del miércoles), pero las mascarillas seguirán siendo obligatorias donde no sea posible el distanciamiento social.
Andrews, que ordenó el confinamiento entre el pasado sábado y este miércoles a raíz de una serie de contagios locales vinculados a un hotel para viajeros en cuarentena, dijo que el torneo está 'seguro y abierto' en una rueda de prensa tras la ausencia de contagios en los últimos días.
Con las gradas vacías desde el sábado, los organizadores del torneo de tenis en Melbourne emiten por los altavoces el sonido grabado de aplausos y murmullos para mantener el ambiente y evitar la sensación de vacío a los jugadores, entre los que se cuentan Rafa Nadal y Novak Djokovic.
La opinión de los tenistas
Todos los jugadores que han hablado al respecto remarcaron la necesidad del público para mantener la esencia del tenis, que es un deporte pero también un espectáculo en directo, pero siempre respetando lo que decidan las autoridades sanitarias australianas.
El número 1 del mundo, Novak Djokovic, clasificado para las semifinales, declaró que además de ser deportistas, los tenistas ofrecen un espectáculo y necesitan el apoyo de la grada.
Sin embargo, la ausencia de público también tiene sus ventajas para algunos jugadores, como la número 1 Ashleigh Barty, que comentó tras su victoria en octavos de final contra Shelby Rogers que, aunque echa de menos al público, le gusta poder escuchar el golpeo de la raqueta contra la pelota.
La estadounidense Jennifer Brady afirmó tras lograr su pase a semifinales que esperaba poder disputar su siguiente partido con público ya que las únicas semifinales de un Grand Slam que ha disputado fueron sin público el pasado año en el Abierto de Estados Unidos.
Este torneo, que generalmente se disputa entre mediados y finales de enero, fue retrasado unas semanas en esta edición para que los jugadores cumplieran la cuarentena obligatoria, lo que suscitó polémica ya que varios deportistas no pudieron entrenar debido a que se detectaron casos positivos en el vuelo que les llevaba al país.
Victoria acumula más de dos terceras partes de las 28.900 infecciones en el país y 820 de los 909 muertes por la covid-19 en todo el territorio nacional.
Australia es uno de los países que mejor ha respondido a la pandemia gracias a la pronta toma de decisiones, como el cierre de las fronteras y la imposición de confinamientos estrictos.