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No pudieron tener mejor comienzo Los Ángeles Lakers en su vuelta a las Finales de la NBA por primera vez desde el 2010 al conseguir este miércoles una victoria fácil por 116-98 ante los diezmados Heat de Miami, en el primer partido de la serie que jugarán al mejor de siete.

Como se esperaba la combinación del pívot Anthony Davis y el alero LeBron James, que aportaron 59 puntos, fue la clave que hizo que el partido siempre estuviese bajo el control de los Lakers, que volvía a una Finales de la NBA por primera vez desde el 2010.

Davis, que aportó 34 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias, fue el líder del ataque balanceado de los Lakers, que tuvieron a cinco jugadores con números de dos dígitos, en lo que fue su primer partido en una final de la NBA.

Mientras que James, que disputa la décima final en su carrera profesional, y busca su cuarto título de liga, se quedó a las puertas de un triples doble tras aportar 25 puntos 13 rebotes -12 defensivos-, y repartió nueve asistencias.