El serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, se ha convertido desde que llegó a la burbuja de Flushing Meadows (Nueva York) en el centro de atención tanto dentro como fuera del campo y será de nuevo el rival a vencer cuando el lunes de comienzo el US Open 2020, este año sin el español Rafael Nadal, el último campeón, y el suizo Roger Federer.
Djokovic, que jugará su decimoquinto Abierto, llega invicto (23-0) en lo que va de año y reforzado tras el triunfo conseguido en el torneo de Cincinnati, que tuvo, como excepción, este año las pistas del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, en busca del cuarto título de campeón.
Su tenis desde el fondo de la pista y golpe de derecha es demoledor, su saque no le genera ningún problema y el instinto 'asesino' cada día lo tiene más desarrollado sin dar ninguna opción al rival.
'Estoy listo para hacer mi mejor juego, luego veremos qué es lo que pasa, aunque reconozco que llegar invicto a un Grand Slam, siempre es algo que te da confianza', declaró Djokovic, que el lunes comienza su andadura cuando se enfrente al bosnio Damir Dzumhur. 'Mi objetivo siempre es ganar cada partido y esta vez no será la excepción'.
Pero en el camino se puede encontrar a dos nuevos valores del tenis mundial como son el griego Stefanos Tsitsipas, cuarto cabeza de serie, o al alemán Alexander Zverev, quinto, que se encuentran en el parte baja del cuadro superior, donde también estará el argentino Diego Schwartzman, noveno preclasificado, que vuelve a ser la mejor opción del tenis de su país, que presenta a seis jugadores.
Pero no sería antes de semifinales, mientras que en los cuartos el gran rival a vencer podría ser su compatriota y amigo Filip Krajinovic, si el belga David Goffin, séptimo favorito, no muestra consistencia con su juego.
Pero será Tsitsipas, de 22 años, que jugó bien en el torneo de Cincinnati hasta que no pudo superar el saque del canadiense Milos Raonic, el que se presenta como el mayor peligro que pueda tener Djokovic de cara a alcanzar la gran final.
'Me siento bien con el nivel de juego que desarrollé la semana del torneo de Cincinnati, pero creo que debo asegurar más mis golpes con el revés', comentó Tsitsipas. 'No pienso a quién voy a tener de rival, lo único que me preocupa es mi juego, porque al final para ser campeón tienes que ganar todos los partidos'.
Si en la parte superior del cuadro, Djokovic y Tsitsipas son los dos grandes favoritos a disputar la semifinal, en la baja del cuadro principal, el español Roberto Bautista Agut, de 32 años, que jugará su octavo Abierto, demostró durante el torneo de Cincinnati, que se se encuentra en un gran momento de forma y cada vez es más completo en su juego.
Bautista Agut, octavo cabeza de serie, que es la mejor opción que tiene el tenis español, sin Nadal, para luchar por el título con los nueve representantes que están en el cuadro principal, es el favorito a alcanzar las semifinales, por encima del austríaco Dominic Thiem, segundo cabeza de serie, que falló en la primera ronda del torneo de Cincinnati.
Luego Bautista, que en la primera ronda se enfrentará al estadounidense Tennys Sandgren, el rival que tuvo Djokovic en cuartos de final de Cincinnati, podría enfrentarse al ruso Daniil Medvedev, en las semifinales.
Medvedev, de 24 años, tercer cabeza de serie, no pudo con el español en los cuartos de final del torneo de Cincinnati, a pesar que tuvo el primer set de ventaja.
Ahora en el cuarto Abierto que va a disputar, dijo que disputar la final del año pasado frente a Nadal y que perdió en cinco sets fue la mejor experiencia que había tenido como profesional después de analizar y asimilar que se enfrentó al mejor rival del circuito.
'Ahora estoy listo para volver a hacer el recorrido del año pasado camino a la final y sobre todo jugar mi mejor tenis en el campo', destacó Medvedev, que podría tener al italiano Matteo Berrettini, sexto favorito, en cuartos de final. 'Creo que estoy preparado para los grandes retos que se me van a presentar durante el Abierto'.
Como el que tendrá también el veterano británico Andy Murray, de 33 años, actual número 134 del mundo, que disputará el decimocuarto Abierto, y que vuelve tras haber superado dos operaciones de cadera en tres años.
Murray, que ganó el Abierto en el 2012 y fue finalista en el 2008, demostró en el torneo de Cincinnati, que comienza a jugar el tenis que le permitió llegar a ser el número uno del mundo y está convencido que en la burbuja de Flushing Meadows puede dar un paso gigante en esa dirección.
'Soy realista en todo el proceso de recuperación y adaptación por el que tengo que pasar, pero las sensaciones vividas durante toda la última semana han sido muy buenas. Mentalmente estoy listo', declaró Murray.
Mientras los organizadores del cuarto Grand Slam de la temporada dieron a conocer que los premios que se van a repartir las jugadoras y jugadores serán de 53,4 millones de dólares, con tres millones en metálico para el campeón y la campeona de individuales, mientras que los finalistas recibirán 1,5 millón de dólares cada uno.