El noruego Alexander Kristoff (UAE Emirates) estrenó el maillot amarillo del Tour de Francia al imponerse al esprint en una caótica primera etapa marcada por innumerables caídas, que machacaron al pelotón de principio a fin, con algún favorito afectado, como el francés Thibaut Pinot.
La última montonera, recién pasada la pancarta de 3 kilómetros a meta, filtró el esprint y dejó atrapados a varios corredores importantes, como el español Marc Soler y Pinot.
Entre los que salvaron el pellejo se encontraba Kristoff y buen número de velocistas, pero fue el escandinavo quien alzó los brazos por delante del danés campeón del mundo Mads Pedersen (Trek) y del neerlandés Cees Bol (Sunweb).
El pelotón llegó de la batalla con cuentagotas. Maillots destrozados, manos a las clavículas, como el español Rafa Valls. Los jueces marcaron a todos un tiempo de 3h.46.23 en el recorrido de 156 por los alrededores de Niza.
Fue el regreso a la senda victoriosa de Kristoff, que no ganaba nada desde 2019. El corredor de Oslo cosechó la cuarta victoria en el Tour, especial porque le supuso el maillot amarillo que se enfundó en el podio con mascarilla.