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El inicio de la competición del tenis profesional en Estados Unidos, suspendido por la pandemia del coronavirus, se dará en las pistas del Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, de Flushing Meadows, donde a partir del sábado se jugará el Masters 1000 Cincinnati, convertido en experimento general bajo el modelo de la llamada burbuja, como ensayo general al Abierto de Estados Unidos.

Sin aficionados en las gradas e importantes ausencias de las figuras del tenis mundial, el ruso Daniil Medvedev, como campeón defensor, buscará revalidar el título.

Pero la presencia del número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, de inmediato lo relega al segundo puesto en la lista de los favoritos o más abajo al desconocerse su estado de forma.

Después de una suspensión de 175 días debido al COVID-19, y sin conocerse el verdadero estado de forma de los tenistas que van a competir, todo es una incógnita.

Aunque lo más importante es que el tan esperado regreso de la gira ATP ha llegado a Nueva York, y después de meses de dudas y especulaciones, el Masters 1000 de Cincinnati, marcará un hito en la lucha por superar la pandemia del coronavirus.

Cierto que las ausencias del suizo Roger Federer, siete veces campeón, y el español Rafael Nadal, número dos del mundo, le quitan protagonismo al torneo, pero no encanto.

Djokovic será el que tenga la gran prueba de enfrentarse a la NextGen si quiere alcanzar la final, mientras que en la mitad inferior estará el austríaco Dominic Thiem que tendrá oponentes de calidad desde el principio, como el inglés Andy Murray que podría enfrentarse al alemán Alexander Zverev en la segunda ronda.

La salud y la resistencia de los jugadores que se recuperan del COVID-19 (Djokovic, el búlgaro Grigor Dimitrov y el croata Borna Coric) también estarán bajo observación.

Pero como número uno del mundo, Djokovic buscará estampar su autoridad en el campo de inmediato y mostrar sus intenciones de ganar un decimoctavo título de Grand Slam cuando llegue el Abierto.

Mientras tanto, Thiem estaría en la búsqueda de una victoria de declaración para aumentar sus posibilidades de un título inaugural del Slam, dos semanas después.

Al regresar de otra lesión prolongada, la superestrella Murray será otra atracción durante la semana. Zverev, el italiano Matteo Berrettini, el belga Goffin, Medvedev y el griego Stefanos Tsitsipas, cabeza de serie número cuatro, son algunas de las otras estrellas que regresan al tenis competitivo en Nueva York.

De acuerdo a como ha quedado el cuadro, Djokovic tendrá en el recorrido hacia la final a Medvedev, tercer cabeza de serie, Goffin, que es séptimo, y el español Roberto Bautista Agut, octavo, además del joven canadiense Denis Shapovalov (12).

El duelo entre Djokovic y Medvedev, como sucedió el año pasado, debería ser la semifinal lógica y la esperada.

Pero Djokovic, que busca convertirse en el primer hombre en ganar todos los eventos Masters 1000 de la gira al menos dos veces cada uno, y tiene un posible choque de octavos de final contra el canadiense Felix Auger-Aliassime.

El recién cumplido 20 años estaría ansioso por reavivar la promesa que había demostrado a principios de 2019 antes de que su forma se derrumbara en la última parte del año.

Djokovic podría enfrentarse también a Shapovalov en cuartos, si el joven canadiense logra superar los desafíos planteados por los veteranos el croata Marin Cilic y Goffin, que si quiere repetir finalista deberá superar a Coric o al francés Benoit Paire en su primer partido y llegado a los cuartos ahí estaría el número uno.

Con hasta cinco clasificados, el otro cuarto de la mitad superior del cuadro parece bastante sencillo para Medvedev. La prueba más dura para el ruso antes de las semifinales probablemente sea contra su compatriota Karen Khachanov o Agut en los cuartos.

Medvedev enfrenta potencialmente la tarea de repetir su actuación del año pasado en las semifinales contra Djokovic, pero el ruso está lejos de la forma del año pasado cuando ganó en Cincinnati después de terminar el 2019 con cuatro derrotas seguidas y cayó en los octavos de final del Abierto de Australia a principios de este año.

Si Medvedev no está en forma, el llamado para enfrentarse en la semifinal podría ser Agut, el español con más posibilidades de luchar por el título.

Mientras que en la parte inferior del cuadro los favoritos a estar la semifinal serán Thiem (2), el tenista más en forma del momento por todos los partidos de exhibición que ha disputado, y Tsitsipas (4), siempre que Zverev (5), Berrettini (6), Murray, y el argentino Diego Schwartzman lo permitan.

Entre ellos también se encuentran los grandes servidores y potenciales 'matagigantes' como son John Isner, Kevin Anderson, Reilly Opelka, Hubert Hurkacz y Kyle Edmund buscarían eclipsar a los favoritos, lo que hace que el cuadro esté equilibrado.

Mientras que la atención de los aficionados será ver a Murray, el exnúmero uno del mundo, tres veces campeón de Grand Slam, que abre su campaña como una entrada comodín contra el joven local Frances Tiafoe, antes de un posible duelo con Zverev en dieciseisavos de final.

Pero todo apunta a que será Thiem el que se quede con el boleto a la final que le permita aprovechar su gran momento de cara a buscar el segundo título Masters 1000 de su carrera y lanzar la candidatura ‘oficial’ a la corona del US Open.