A las 5 de la tarde, aproximadamente, culminó hoy la reunión entre la Dimayor, en cabeza de su presidente Jorge Enrique Vélez, con el senador Álvaro Uribe Vélez, de Centro Democrático, en donde analizaron el futuro del fútbol colombiano, paralizado por la propagación del coronavirus en nuestro país.
En el encuentro sostenido estuvieron, además, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurun, algunos presidentes de los 36 clubes de los rentados locales y los ministros de Deporte, Turismo y Salud.
En la reunión se manejaron varios temas, entre ellos los problemas económicos de los distintos equipos del FPC, la vuelta del fútbol luego de dos meses paralizado, el protocolo de seguridad enviado por la Dimayor al Gobierno del presidente Iván Duque y las trasmisiones de los futuros partidos por televisión abierta y cerrada.
Uno de los temas más controvertidos fue la vuelta a los entrenamientos grupales y la reanudación de la Liga, que aún no tiene fecha de regreso. Varios presidentes hicieron hincapié en la necesidad de comenzar, teniendo en cuenta la dura crisis que viven y el futuro incierto en cuanto a ingresos, que podría poner en peligro la estabilidad institucional de varios clubes.
El senador Álvaro Uribe escuchó atento las observaciones y expresó la necesidad de acelerar el análisis del protocolo, con el fin de poder arrancar pronto las actividades.
Una de las propuestas que surgió por parte de Uribe y su bancada es que los entrenamientos puedan regresar en junio y que el campeonato se vuelva a disputar a finales de julio o principios de agosto bajo todos los protocolos de salubridad y seguridad. El Senador también manifestó su deseo de que vayan más partidos por televisión abierta, aunque reconoce que por el momento financiero que viven los equipos lo únicos ingresos seguros por ahora son los de las transmisiones.
Al encuentro no asistieron algunos presidentes de clubes, entre ellos el de Santa Fe, Eduardo Méndez, quien argumentó que no veía la necesidad de politizar el fútbol, y menos en estos momentos de crisis. El dirigente cardenal, uno de los opositores de Vélez en la presidencia de la Dimayor, considera detrás de esa reunión 'hay intereses personales' y por eso decidió no hacer parte de ella.