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Con americana negra y camisa blanca, Lionel Messi, el jugador del Barcelona cruzó la alfombra roja en compañía de su esposa, Antonella Rocuzzo, con un escotado traje negro con unas brillantes hombreras de joyas, y los componentes del elenco y el equipo de producción del espectáculo.

Sonriente, pero parco en palabras, el futbolista se limitó a responder 'estoy bien, estoy bien' a las preguntas de los periodistas. El día antes había reconocido a una radio local que inspirar al circo era 'algo impresionante'.

'Generalmente se hace en homenaje a personas que ya no están, por reconocimiento. Que se hayan inspirado en mí para hacer algo relacionado con el fútbol me sorprendió mucho y fue muy lindo', afirmó a la radio Rac1.

El circo debe permanecer al menos un mes en Barcelona, donde las primeras funciones ya casi no tienen entradas disponibles. Después iniciará una gira internacional que, aunque no tiene fechas ni destinos definidos, llegará a Buenos Aires en junio de 2020.

El espectáculo es el 46º en la historia de la compañía canadiense que, por primera vez en 35 años de trayectoria, se adentra en el mundo del deporte.

'Lo bonito de este proyecto es que es una nueva experiencia para el Cirque du Soleil y junto a un gran nombre del fútbol', afirmó el fundador de la compañía Guy Laliberté.