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El favorito estadounidense Christian Coleman, con un tiempo de 9.76, se proclamó ayer campeón en los 100 metros del Mundial de atletismo de Doha, apenas tres semanas después de haber evitado una sanción por tres faltas a sus obligaciones sobre la localización para controles antidopaje.

Coleman, que había sido subcampeón en el pasado Mundial hace dos años en Londres, superó en la capital catarí a su veterano compatriota Justin Gatlin (9.89), que había logrado el título en la capital británica en 2017. El bronce fue para el canadiense Andre De Grasse (9.90).

'Estoy aquí para ganar títulos. Es un tiempo increíble el que he conseguido, mi mejor marca. Creo que el cielo es el límite. Todavía puedo trabajar para seguir mejorando', afirmó Coleman tras su triunfo.

A sus 23 años, Coleman logra su primer título mundial al aire libre, después de haberse proclamado ya campeón del mundo en 60 metros bajo techo, el año pasado en Birmingham (Reino Unido).

Consigue además colocarse como el sexto mejor de la historia con su crono, tras una final que dominó de principio a fin.

Pero sobre todo recupera la sonrisa después de haber temido seriamente por su presencia en este Mundial de Doha-2019.

Los pronósticos se cumplieron en la final sin sobresaltos, teniendo en cuenta que Coleman ha sido el hombre más rápido en las dos últimas temporadas (9.79 en 2018, 9.76 desde este sábado en 2019).

El récord mundial de Usain Bolt (9.58), logrado hace una década en el Mundial de Berlín, continúa aún lejos.