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El 'sueño amarillo' de Nairo Quintana y el Movistar de conquistar el primer Tour para Colombia finalizará con el 'Cóndor' trabajando de gregario para Mikel Landa en la última semana. Su director Eusebio Unzué confirmó este martes que el escalador no seguirá en el equipo.

'Es verdad que parece que lo de Nairo es una realidad', declaró Unzué en el programa El Larguero de la Cadena Ser, confirmando lo que era un secreto a voces en el pelotón.

Según los medios especializados, Quintana será la punta de lanza en 2020 del ambicioso equipo francés Arkéa-Samsic, de segunda división, que aspira a que el prestigio del colombiano le permita conseguir una licencia para formar parte del 'WorldTour'.

'Da para lo que da'

Desde 2013, cuando Quintana irrumpió al más alto nivel con un impresionante segundo puesto en el Tour tras Chris Froome, el colombiano y el equipo español habían alimentado el 'sueño amarillo', dar al país cafetero por fin su primer Tour, una aspiración que se fue desvaneciendo en los últimos años y que concluyó definitivamente en la presente edición.

'Da para lo que da. Mantiene un gran nivel pero no para dar lo mejor de sí en su terreno. No tiene la brillantez de los años 2013 al 2015, cuando quedó segundo y puso en apuros a Froome', había dicho Unzué horas antes en Nimes, en la segunda jornada de descanso.

Según varios periodistas seguirán a Quintana en el Arkéa-Samsic su hermano Dayer, el también colombiano Winner Anacona y el italiano Diego Rosa.

El final del idilio entre Quintana y el Movistar en el Tour -fue segundo en 2013 y 2015, tercero en 2016-, se produjo en la mítica subida al Tourmalet.

La estrella colombiana no pudo seguir el ritmo marcado por sus propios compañeros.

'Lamentablemente se ha torcido. El día de la caída me descuadró bastante, pensaba que no pasaría nada, que recuperaría bien, pero no', reconoció el lunes Quintana, con una venda en su codo, para proteger la herida que sufrió tras su caída del miércoles en Toulouse.

Ahora el 'Cóndor' es 13º a 8:28 del líder Julian Alaphilippe, por lo que deberá trabajar para Landa, séptimo a 4:54, que aspira al podio, aunque Unzué sube la apuesta y cree que todavía puede 'conseguir la gloria'.

El traspaso de poderes entre los líderes del Movistar quedó marcado por un episodio en el último puerto de los Pirineos el domingo que ha dado mucho que hablar.

Landa llegaba como un cohete al grupo de escapados, en el que penaba en su parte final Quintana. El español pasó al colombiano, que no le ayudó y que además aprovechó para beber agua.

Un gregario de máximo nivel

'Quise echarle una mano pero venía muy fuerte e inmediatamente siguió', justificó Quintana.

Unzué lo vio de otra forma: 'Perdió una buena oportunidad para lucirse, pero no demos más importancia a una anécdota'.

Con esta disparidad de opiniones, el equipo español afronta la parte final del Tour, con tres jornadas durísimas en los Alpes, uniendo fuerzas para empujar a Landa.

¿Cómo se adaptará el eterno candidato?

'Aquí vamos a echar una mano todos', confirmó el ganador de una Vuelta a España y de un Giro de Italia sobre su nuevo papel de gregario.

El conflicto por el liderazgo en el Movistar había nacido en el mismo momento en el que Landa fichó por el equipo en 2018. Entonces Quintana descubrió que tenía un nuevo compañero y también un rival en casa.

Sus últimas horas en el Tour las pasará a su servicio. Y además soportará como pueda que el 'sueño amarillo' del primer Tour colombiano pertenezca ahora al fenómeno Egan Bernal, quinto a dos minutos.