El irlandés Shane Lowry resistió a la lluvia y al viento para hacerse este domingo con su primer grande, tras ganar el British Open, con seis golpes de ventaja sobre el británico Tommy Fleetwood.
En unas condiciones de juego difíciles, en Portrush, en Irlanda del Norte, Lowry firmó una última tarjeta de 72 golpes para un total de 269 (15 bajo par), suficientes para hacerse con la 'Claret Jug'.
'El sentimiento es de vivir una experiencia fuera de lo normal', dijo el campeón de 32 años.
'Estoy ansioso por despertarme el lunes por la mañana y descubrir cómo me voy a sentir el día después. Va a ser algo increíble', añadió el golfista irlandés tras su triunfo en casa.
Fleetwood nunca pudo poner realmente en aprietos a Lowry, que siempre tuvo una ventaja de al menos tres golpes, poniendo fin a las aspiraciones del británico luego de un doble bogey en el 14.
Animado por la multitud pese al mal clima en Royal Portrush, Lowry empezó nervioso haciendo un bogey en el primer hoyo.
Sin embargo, se recompuso y se acercó al triunfo final al firmar tres birdies entre los hoyos 4 y 7 para ponerse 18 bajo par.
Viento y lluvia
El fuerte viento y la lluvia detuvieron el empujón del irlandés hacia la línea de meta, cometiendo errores en los hoyos 8, 9 y 11 para dar esperanzas a Fleetwood.
No obstante, el número 20 del mundo tampoco tenía un recorrido perfecto y sus esperanzas se truncaron cuando en el hoyo 14 cometió un doble bogey y Lowry hizo un birdie en el 15.
'El 14 fue un golpe mortal', expresó el subcampeón.
'Si pudiera elegir un evento, sería el Open. Es mi sueño y siempre lo será. Estuve en el último grupo el domingo con una muy, muy buena oportunidad', lamentó Fleetwood.
'Es más duro cuando sientes que te has acercado mucho a lo que has soñado desde que eras un niño', añadió.
'Los primeros hoyos, cuando empiezas cuatro golpes por detrás, son muy importantes. No hice un trabajo lo suficientemente bueno en ese momento', reconoció.
La ventaja fue tal que Lowry pudo permitirse incluso el lujo de saberse ganador mientras se dirigía al hoyo 18, entre la alegría de los aficionados locales, en el primer British Open en suelo norirlandés desde 1951.
'Sabía que estaba en casa. Y en ese paseo hacia el hoyo 18 pensé en disfrutar. Los aficionados estaban cantando y parecían volverse locos con la victoria. No podía creer que me estuviera pasando a mí', explicó Lowry.
Ninguno de los dos golfistas destacados se vio presionado por el grupo de rivales que figuraban por detrás, e incluso aumentaron su distancia debido a las difíciles condiciones.
Koepka, cuarto
El número 1 mundial, el estadounidense Brooks Koepka, cuarto al final, con seis bajo par, esperaba que el viento le ayudara y obstaculizara la marcha de Lowry, pero fue él quien sufrió las fuertes rachas de aire desde el principio.
El español Jon Rahm finalizó undécimo con 281, tres bajo par, tras firmar este domingo su peor tarjeta de los cuatro días con 75 golpes.
Mejor colocado terminó el británico Lee Westwood, uno de los mejores jugadores que nunca ha ganado un grande, con su cuarta posición, la misma que Koepka, que le dio el boleto para el próximo Masters de Augusta, luego de dos años de ausencia.
'Augusta es un lugar muy especial', comentó tras asegurarse una de las invitaciones que entrega el British Open para los que finalizan en ese Top-4.
'He jugado genial (allí) en el pasado, tuve la oportunidad de ganar', recordó Westwood sobre sus actuaciones en 2010, cuando quedó subcampeón por detrás del estadounidense Phil Mickelson, y de 2016, también segundo por detrás del británico Danny Willett.