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Temporada nueva, colegio nuevo, y, sobre todo, equipo nuevo. Esta puede ser la consigna que mejor defina la actualidad del futbolista monteriano Juan David Fuentes Garrido, de apenas 16 años, quien migró con sus padres a España en busca de mejores oportunidades y ahora hace parte de la cantera de uno de los clubes más poderosos de toda Europa y el mundo, el FC Barcelona.

Sin duda los cambios han sido todo un reto, pero no un impedimento para el joven monteriano, quien hace una década jugaba con sus paisanos en las calles del barrio Caracolí en Montería y ahora se perfila para jugar en los escenarios más imponentes del mundo, algo que sin duda ha sido un gran paso para su evolución como jugador.

'Ha sido un cambio importante, porque Europa es algo totalmente diferente a Sudamérica. Aquí el fútbol es algo que, de alguna manera, está mucho más moderno', indica Juan David.

Este talento nació en Montería en 2003. María Sol Garrido, su madre, rememora los inicios de su hijo, quien solía jugar a pie descalzo en las calles del barrio Caracolí, en la margen izquierda de la capital cordobesa. 'En esa cancha se dio muchos golpes, muchos rasponazos, porque no era de tierra sino de cemento y me lo traían muchas veces golpeado. Se acostumbró a jugar sin zapatos, al estilo callejero', dice.

Talento heredado

El amor por el fútbol que hoy en día profesa Juan David no es algo fortuito, más bien se puede decir que se trata de una pasión hereditaria, teniendo en cuenta que su padre, Juan Manuel Fuentes, fue un destacado atleta español durante su formación escolar y continuó jugando al fútbol cuando fue misionero religioso por varios países de Sudamérica, lo que le permitió llegar hasta Montería, donde conoció a su esposa, María Sol.

'Yo creo que lo de deportista le viene de su padre, a él le gustaba practicar los deportes en su colegio. Tuve la oportunidad de verlo jugar en 1994 en Colombia cuando llegó como misionero de una iglesia. Lo que me dice es que era muy buen futbolista, pero su madre no dejó que lo fichara ningún equipo', dice María Sol.

La pareja se conoció en una cancha de fútbol, en medio de uno de los torneos que organizaba la iglesia a la que ambos asistían, y cuatro años después decidieron contraer matrimonio.

De la unión nacieron tres hijos, María Raquel, la mayor (19 años); Juan David, el segundo (16) y la pequeña Rebeca (9), quien nació luego de que la familia se mudara a España.