Contra todo pronóstico por su discreta campaña, Perú enfrentará al anfitrión Brasil en la final de la Copa América 2019 al golear 3-0 al bicampeón defensor Chile este miércoles en la segunda semifinal, disputada en Porto Alegre.
Édison Flores abrió el marcador a los 21 minutos, Yoshimar Yotún amplió a los 38 y el 'Depredador' Paolo Guerrero cerró la faena a los 90+1 en el compromiso que se disputó en la Arena do Gremio ante 33.058 espectadores.
Eduardo Vargas tuvo la posibilidad del descuento en el último minuto del partido con un penal, pero remató 'a lo Panenka', picándola, y se lo atajó un 'gigante' Pedro Gallese.
Campeón de la Copa América en los lejanos 1939 y 1975, Perú disputará su segunda final y lo hará por primera vez en los 103 años de historia del torneo contra Brasil, que venció a Argentina 2-0 en la primera semifinal, el martes.
Los incas realizaron una campaña discreta en la fase de grupos (empate 0-0 con Venezuela, victoria 3-1 a Bolivia y derrota 5-0 con Brasil) y en los cuartos de final eliminaron a Uruguay por penales 5-4 después de un 0-0 en 90 minutos.
La final está prevista este domingo (20H00 GMT) en el Maracaná.
Aluvión peruano
No era un partido cualquiera el de este miércoles en Porto Alegre. Se trataba nada menos que del Clásico del Pacífico, el 81 encuentro entre los dos países vecinos que a lo largo de la historia han mantenido tensas relaciones. Y el fútbol no ha escapado a ese escenario.
Apenas rodó la pelota, Perú perdonó a La Roja a los 3 minutos con un remate desviado de Christian Cueva dentro del área grande. El volante del Santos hizo lo que era más difícil: desperdiciar semejante situación de gol cuando tenía a merced al golero Gabriel Arias.
A Chile le costó sacudirse del aluvión peruano, pero también tuvo su oportunidad de abrir el marcador a los 8 minutos con Charles Aránguiz, pero el fino volante del Bayer Leverkusen le puso mal el pie a una asistencia de Jean Beausejour.
Dos situaciones de gol en apenas 10 minutos hacían presagiar un partido que se jugaría en ambas áreas, a pesar del maltrecho césped de la Arena do Gremio. Era simplemente cuestión de esperar quién sometería a quién.
Y el primero que lo hizo fue Perú a los 21 minutos con un gol de Édison Flores.
El volante del Monarcas Morelia empalmó de zurda en el segundo palo una pelota que André Carrillo cabeceó atrás tras un centro desde la derecha, sorprendiendo a la espalda de Isla para vencer a Arias.
Aturdido, a Chile le costó responder y encontrar espacios para acercarse al arco de Pedro Gallese. Ni Vidal, ni Vargas, ni Alexis conectaban, lo que Perú aprovechó para manejar la pelota con inteligencia y velocidad.
Así marcaría el 2-0 a los 38 minutos con Yotún, quien capitalizó un error del '1' de La Roja al salir del área grande cuando intentaba bloquear a Carrillo.
Pero el del Al-Hilal le ganó con fuerza y gambeta, tiró el centro atrás y allí estaba el volante de Cruz Azul para controlar de pecho y marcar de zurda abajo y con Arias apenas regresando a la portería.
'San Pedro' Gallese
El 2-0 hacía justicia al carácter con el que Perú afrontaba el partido. Disciplinado en defensa, rápido para bloquear la salida por las bandas de Chile e inteligente para aislar a Aránguiz y Vidal del circuito ofensivo de La Roja.
La tónica en el segundo tiempo poco cambió, a pesar de que Chile más con amor propio que con fútbol asociado comenzó a ver más de cerca a Gallese.
Vargas tuvo su ocasión a los 51 con un cabezazo que se estrelló en el palo izquierdo, arriesgó adelantando sus líneas y le disputó la posesión a los peruanos.
Pero en ese afán por empatar se desprotegió atrás, lo que no supo aprovechar el elenco inca con furibundos contragolpes que fueron mal finalizados.
Con Chile metido en campo peruano, Gallese fue cobrando más protagonismo, se agigantó en el arco y dejó a La Roja con el grito de gol atascado en la garganta.
Con el tiempo cumplido y cuando los 'olés' bajaban de la tribuna, Guerrero marcó el 3-0 apenas poniendo el pie a un servicio de Renato Tapia desde la izquierda al interior del área grande.
Perú ganó bien y borró de un plumazo su paso discreto en la Copa América, convirtiéndose en un finalista inesperado para sorpresa de un Chile que se tenía pinta de finalista hasta esta noche.