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Con los once inicialistas más que claros, el 'profesor' Reinaldo Rueda y el 'macanudo' Ricardo Gareca pulen la estrategia para hacerse daño en Porto Alegre. El Chile-Perú de semifinales de la Copa América-2019 pinta como una interesante partida de ajedrez.

¿Quién ganará la batalla táctica en la Arena do Gremio? Ambos seleccionadores juegan al misterio y guardan en cofres de seguridad alguna sorpresa que puedan utilizar el miércoles. Todo es válido para llegar a la final en el Maracaná.

El 'profe' Rueda, al frente de La Roja desde enero de 2018, practica un 4-3-3 moderno, en buena parte porque dispone de jugadores para ese esquema, con buen juego interior y permanente ida y vuelta.

'Chile ha consagrado a un grupo de jugadores que son ganadores. Es un desafío mantener el estatus que ha adquirido La Roja. Tenemos convicción en el trabajo que estamos realizando con este grupo', aseguró Rueda.

Dinámica y presión alta

La salida ofensiva por las bandas es una virtud de Chile, que el entrenador colombiano tomó como herencia de los tiempos de Jorge Sampaoli, cuando La Roja ganó en 2015 su primer título de Copa América en calidad de anfitrión.

Mauricio Isla y Jean Beausejour ensanchan el campo jugando pegados a las líneas, llegan con propiedad hasta el fondo y generalmente son los que originan las situaciones de gol cuando pasan a campo contrario para descargar el juego ofensivo.

La presión alta es una marca registrada de Chile. El 'Rey Arturo' Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez son los más efectivos en esa tarea. Su dinámica y buenos desplazamientos les permiten cumplir con esa labor.

Eduardo Vargas posicionado en el área grande se entiende más con la presión a los defensores centrales y en función de ataque puede moverse a los costados, y se ubica bien en la frontal del área abriendo diagonales para la aparición de Sánchez o Vidal, o para finalizar las jugadas.

Todo el fútbol ofensivo de Chile paso para estos hombres y Rueda ha incorporado a su esquema al delantero José Fuenzalida, de 34 años, y Erick Pulgar, de 25, para darle equilibrio y vigor a su idea de juego.

Orden, regla de Gareca

De su lado, el 'macanudo' Gareca le apuesta al 4-2-3-1 como fórmula habitual para encarar los partidos.

Ese módulo le permitió a Perú regresar a una Copa del Mundo después de 36 años de ausencia y en Rusia-2018, pese a quedar eliminado en la primera fase, la impresión que dejó fue la de un combinado en crecimiento y que hizo honor a la tradición peruana de buen juego.

Sin embargo, la campaña en la Copa América ha sido discreta, en buena parte por el nivel de sus principales individualidades, con pocos minutos en sus clubes en esta temporada o en ligas de relativa exigencia y poco roce internacional.

Sumado a esto, el 'Tigre' perdió al término de la fase de grupos al delantero Jefferson Farfán por una lesión.

Esta sumatoria de circunstancias provocaron un rediseño en el mediocampo ante Uruguay para encarar los cuartos de final ante una selección nombre por nombre superior y que llegaba a esa instancia como primera de su grupo.

Sin el valor ofensivo de la 'Foquita', André Carrillo apareció como extremo derecho por Andy Polo, Édison Flores volvió a ser inicialista por izquierda después de ser suplente en la fase de grupos y Christian Cueva, con poco rodaje en el Santos, retornó como mediapunta, donde ha entregado en la era Gareca su mejor rendimiento.

Con Renato Tapia y Yoshimar Yotún en la primera línea de volantes, Perú supo maniatar a la Celeste, defendió con uñas y dientes el arco de Pedro Gallese y llevó el partido a la tanda de penales, donde la suerte terminó por sonreírles.

¿A qué le apostará el 'Tigre' ante Chile?

La estrategia apunta a esperar en propio campo la embestida de una selección superior. Repetir el trabajo defensivo que se hizo ante la Celeste, pero ante un rival con la dinámica de Chile los cuidados deberán ser más que extremos.