Catar y Japón llegaron a la Copa América-2019 con la etiqueta de invitadas, pero en dos jornadas ya han demostrado que son presa fácil para nadie.
Nada más lejos de eso
El jueves, Uruguay sudó la tinta gorda para poder arañar un empate 2-2 ante los 'Samuráis Azules', un equipo que se mostró rapidísimo y lleno de ideas en ataque.
Y hasta genialidades, como el regate del volante ofensivo Shoya Nakajima en el borde del área grande, con tacón incluído, que casi termina en penal del defensa Giovanni González. Muchos afirman, de hecho, que ni el árbitro ni el VAR vieron esa pena máxima.
Tuvo que irrumpir el defensa charrúa 'Josema' Giménez para evitar lo que hubiera sido un triunfo histórico de Japón y un drama para la Celeste, con un cabezazo que entró fregando el palo izquierdo del arquero Eiji Kawashima.
Pero durante bastantes minutos, los nipones se veían ganando por primera vez un partido en Copa América (en su anterior participación, en 1999, la cerraron con un empate y dos derrotas).
Los charrúas, con demasiada mala puntería, quisieron imponer su juego. Los nipones respondieron encerrándose y a la hora de atacar fueron verticales, osados, y Nakajima fue una pesadilla para la defensas celestes.
Al terminar el partido, la estrella del Barça, Luis Suárez, admitió que los charrúas siempre desconfiaron de la derrota de los nipones por 4-0 contra Chile en la primera jornada.
'Sabíamos que el resultado del otro día frente a Chile fue mentiroso, porque ellos generaron muchas ocasiones', dijo.
Por ahora, la joven selección nipona, que cuenta con el prometedor Takefusa Kubo, apodado el 'Messi japonés', sigue en el ruedo, con posibilidades de pasar a cuartos.
Es tercera del Grupo C con un punto, pero su último partido es contra Ecuador, muy frágil en su debut.
Pasión escarlata
El Catar del DT español Felix Sánchez es otra muestra de la rebeldía de los foráneos.
Su discurso desde que desembarcó en suelo brasileño ha cambiado. Al principio se mostró humilde y dijo que la campeona de Asia era un equipo modesto y que su presencia aquí era, sobre todo, un entreno de cara al Mundial que el pequeño y rico Estado del Golfo albergará en 2022.
Pero no fue tan así
Con un vistoso juego de toque y recuperación y rápidas internadas y un gran poderío físico, los pupilos de Sánchez, formado en la Masía, del Barcelona, se ganaron elogios de la prensa.
A Paraguay le remontaron dos goles para terminar en un empate que les dejó un leve sabor a victoria.
Tras el partido, el técnico de los guaraníes, el argentino Eduardo Berizzo, se mostró partidario de que en la Copa América no haya equipos invitados de fuera del continente.
'No he visto una copa de Europa donde inviten a un equipo sudamericano. Puede sonar antipático decirlo hoy que nos hemos enfrentado a Catar, pero creo firmemente que la Copa América la deben jugar equipos americanos, integrados todos en un torneo, Concacaf y Conmebol', dijo.
Ante Colombia, una de las favoritas a llevarse el torneo, los cataríes, que disputarán también la Copa América 2020, resistieron como jabatos.
Hasta que casi al final, un cabezazo de Duván Zapata tras un genial centro de rosca con el empeine de la zurda de James, le dio una apretada victoria a los cafeteros.
Después del partido, Sánchez afirmó que la derrota, en teoría previsible, les supo a poco. 'Nos deja un mal sabor porque el final ya estaba cerca (...) Te vas con la amargura de no haber podido puntuar', dijo.
Podrán demostrar otra vez su capacidad de resistencia ante Argentina de Lionel Messi, que no ha visto el triunfo en el torneo y se lo juega todo a una sola carta.
Los cataríes ya han dejado claro que la Aspire Academy, considerada una de las mayores fábricas de deportistas más del mundo, ya está dando sus frutos.