Más que una prueba, el duelo ante Panamá fue un ‘picadito’ para darle minutos a los jugadores de la Selección, que ayer no tuvieron problemas para golear 3-0 a los canaleros, que poco a nada hicieron en el estadio El Campín de Bogotá.
De entrada la Amarilla impuso condiciones y en un abrir y cerrar de ojos fue liquidando las acciones. Tiro libre de Edwin Cardona y cabezazo de William Tesillo para dejar sin opciones al arquero panameño.
No hubo oposición. La despedida de la Amarilla fue una fiesta sin contrincante. Como en el boxeo, cuando al más fuerte le buscan un sparring débil para sumar victorias, así hizo Colombia ayer antes de partir a tierras brasileñas, donde disputará la Copa América 2019.
El gol de Tesillo fue la entrada previa al plato fuerte. El rival no se había repuesto del tanto inicial, cuando Luis Fernando Muriel volvió a inflar la red canalera, esta vez con un potente disparo al borde del área, que se metió abajo, en un ángulo, ante la mirada impotente del arquero Calderón.
Ya se presagiaba lo peor. Los pocos aficionado que asistieron al Campín —solo fueron alrededor de 15 mil, para una pobre asistencia— vieron como Panamá se entregaba a su suerte, expuesta a una dolorosa goleada.
Antes de que bajara el telón de la primera parte, llegó el tanto del ‘Tigre’. Falcao es derribado dentro del área, para luego transformar en gol el impecable cobro desde los doce pasos con un remate cruzado, que engañó por completo al arquero canalero.
Con el 3-0 en el marcador y un rival inoperante, Queiroz movió sus fichas, realizando todos los cambios habidos y por haber.
De entrada ingresaron Jefferson Lerma, Duván Zapata y el guajiro Luis Díaz y luego lo hicieron Stefan Medina, James Rodríguez —que volvía tras su lesión— y hasta el arquero Álvaro Montero.
La Amarilla mantuvo el dominio pero esta vez no tuvo la eficacia de la primera parte, especialmente en los pies y la cabeza de Duván Zapata, que erró hasta tres opciones claras de gol, la más cercana, tras un centro de Edwin Cardona, que terminó con un débil testarazo, que controló sin problemas el arquero panameño.
Luis Díaz le dio movilidad a las bandas y James Rodríguez mostró destellos de su ingenio, pero se le notó la falta de ritmo. El ‘10’ va de a poco, pero todo apunta a que llegará en plenitud de condiciones al debut contra Argentina, el próximo 15 de junio.
Fue una despedida más enfocada para ganar confianza, que para medir el momento futbolístico de los dirigidos por Carlos Queiroz. ¡Se viene la Copa!