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El fallecimiento de José Antonio Reyes con sólo 35 años marcó el inicio de la concentración de la selección española en La Ciudad del Fútbol, sin el seleccionador Luis Enrique Martínez y con el dolor de la pérdida de un futbolista que nunca cayó derrotado con la absoluta.

El ambiente en el reencuentro de los internacionales no fue de alegría. Ni el regreso de un jugador carismático como Santi Cazorla, tres años y medio después, otra de esas personas del mundo del fútbol al que, como a Reyes, se le recordará por su sonrisa eterna, cambió el paso de unos días duros para el fútbol español desde que el extremo utrerano se dejó la vida en la carretera.

Especialmente tocados están dos grandes amigos suyos como Jesús Navas y Sergio Ramos. Las mismas raíces, una amistad de infancia reforzada en el Sevilla, el Real Madrid y la selección española. Sus rostros en el emotivo minuto de silencio guardado antes del inicio del entrenamiento hablaban por sí solos.