Un tiro a quemarropa de Carlos Quintana sobre la hora le permitió a Argentinos Juniors ponerse al frente de la llave de segunda ronda de la Copa Sudamericana con una victoria ante el colombiano Deportes Tolima por 1-0 en el partido de ida jugado en Buenos Aires.
El arquero Álvaro Montero había sido el héroe de la resistencia defensiva del 'pijao' frente a los 'bichos colorados' que atacaban con ambición pero sin claridad en su estadio Diego Armando Maradona, pero se le escapó un balón rematado por Quintana a los 90+4, tras un centro al corazón del área chica lanzado por Enzo Ybáñez.
El equipo argentino presentó una formación con solo la mitad de sus titulares por tener la mente puesta en el partido de vuelta semifinal por la Copa de la Superliga que jugará el domingo con Boca Juniors en el estadio La Bombonera, tras igualar 0-0 en la ida.
La escuadra colombiana se clasificó para la Sudamericana al ubicarse tercero en el Grupo G de la Copa Libertadores con una victoria sobre el boliviano Jorge Wilstermann 2-0. El partido de vuelta con Argentinos se disputará en la ciudad colombiana de Ibagué el jueves 30 de mayo.
Pican los 'bichos'
Los 'bichos colorados' de Argentinos intentaron hacerse dueños y señores de campo y pelota. Su poder se basó en las iluminaciones de Leandro Paiva para meter sin demora pases profundos, a la zona de fuego, donde duelen a las defensas.
Pero la escuadra del 'pijao' se plantó con un dispositivo candado en la última línea. Lideraron el cerro Julián Quiñones y Danovis Banguero. Su ambición fue mantener a raya a Raúl Bobadilla, un delantero que es amenaza de gol a tiempo completo.
Cuando la última trinchera era superada, Argentinos se encontró con un portón de hierro debajo de los tres palos. Tres veces el arquero Álvaro Montero clausuró su valla ante remates francos, entre ellos un derechazo de Fausto Montero desviado con una acrobática volada.
El talón de Aquiles del equipo del barrio porteño de La Paternal fue descuidar su retaguardia cuando presionaba a todo vapor. Cometió sendos errores defensivos en salidas desde el fondo que cayeron en los pies de Juan Arboleda y Diego Valdes, pero sus disparos se perdieron lejos del arco sobriamente custodiado por Lucas Chaves.
Con el último suspiro
Tolima trató de romper el asedio. Primero tenía que quebrar el circuito de desequilibrio que provocaban por su flanco derecho Alexis Mac Allister, su hermano Francis, el volante Matko Miljevic y el lateral Enzo Ybáñez, lanzado al ataque sin tregua.
La carta jugada por el equipo que conduce Alberto Gamero fue armar algo de juego asociado con Alex Castro, Leyvin Balanta y Larry Vásquez.
Pero Tolima sintió las bajas por lesiones antes de viajar a Buenos Aires. No era fácil, por no decir imposible, para Gamero reemplazar a jugadores claves como Yeison Gordillo, con rotura de ligamentos, y de Marco Pérez, desgarrado.
Argentinos perdió intensidad a medida que no encontraba un callejón que lo llevara al gol. Se desdibujó y empezó a abusar de los centros aéreos sin ton ni son.
El DT Diego Dabove, procuró romper el cero con el ingreso del rápido atacante Gabriel Hauche por Alexis Mac Allister. Gamero apostó por la entrada de Luis Caballero, quien se perdió un gol sólo frente al arquero, quien le tapó un tiro a quemarropa. En el rebote, el delantero paraguayo se resbaló cuando se perfilaba para marcar.
Cuando el empate parecía sellado, Montero pasó de las hazañas a las sombras, pues el centro conectado por Quintana se le resbaló de las manos hacia el fondo de las redes.