Compartir:

Mía tiene 14 años. Es una hincha de Arsenal de Sarandí, que convive con el Sindrome de Morsier, que afecta la visión, la motricidad y lo cognitivo, pero su mamá la lleva a todos los partidos de su equipo y le narra los juegos. Está vez, ambas festejaron el ascenso a la Superliga Argentina.