Compartir:

El jugador del Degerfors, de la segunda división de Suecia, Mattias Özgun protagonizó un hecho curioso al sufrir una extraña lesión, cuando un compañero le metió el dedo en el ojo, sacándolo de la cancha solo cinco segundos después de haber ingresado.

Sobre el minuto ocho del cierre del partido entre Osters IF y Degerfors, el cual terminó empatado 1-1, Axel Lindahl llegó hasta la zona donde esperaba Özgun, alzó sus manos para hacer el famoso choque de palmas y, sin querer, le metió el dedo en el ojo al juvenil.

El mediocampista corrió unos metros hasta la mitad de la cancha, pero inmediatamente se detuvo y llevó las manos al rostro en señal de dolor. No pudo entrar en acción y requirió la rápida atención médica.