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El corazón le late más rápido dentro de una cancha de sóftbol. Sus 82 años y una operación de corazón abierto no han sido impedimentos para seguir pisando la tabla de lanzadores y enfrentarse a peloteros 20 años menor que él.

Armando José Figueroa Moreno aún dice tener fuerzas para asistir todos los sábados a la cancha de sótfbol del barrio Hipódromo de Soledad y lucirse con esos lanzamientos lentos, pero que a más de uno lo ponen a 'gatear'.