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El campeón del peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo Deontay Wilder y el británico Tyson Fury le entregaron una bocanada de aire fresca a la aletargada máxima categoría con doce buenos asaltos entre ambos la noche de este sábado en Staples Center de Los Ángeles que terminó para sorpresas de muchos en el mundo con un empate en las tarjetas pese a que el inglés se fue dos veces a la lona.

Wilder, a la caza del europeo en la primera mitad, parecía andar por un sendero cómodo buscando a un Fury que se mostró calculador en la primera parte y muy respetuoso del poder de la pegada del norteamericano, quien lo sentó en dos ocasiones en la lona, la última con cara de nocaut fulminante aunque Fury mostró una gran recuperación para llevar la reyerta hasta las tarjetas y asestando buenas combinaciones en la segunda mitad de la pelea.

La puntuación dejó a Wilder ganador con un 115-111 en una, 114-110 en otra, pero para Fury y una final 113-113 para sentenciar un empate que dejó inconforme a una gran mayoría y las puertas abiertas para una revancha millonaria si es que antes el británico Anthony Joshua se decide por firmar con Wilder la unificación de la máxima categoría.

Los pesos pesados vuelven a recibir la atención del pasado que perdió en los últimos años ante la ausencia de figuras mediáticas al estilo Mike Tyson, Evander Holyfield o Lennox Lewis, para darle paso a categorías medias que han llenado más la retina como los plumas, ligeros, wélters o medianos.

Si bien, lo de anoche hace que el aficionado del común que sigue el boxeo de forma ocasional se enteré que los pesos pesados siguen vivos, todavía está muy distante del nivel del rating y ganancias de los exponentes de los noventas del siglo pasado.

Solo para tomar la dimensión de las cosas: Wilder se garantizó este sábado un cheque de USD$ 6 millones en su octava defensa del campeonato a sus 33 años, sin sumarle el ‘Pago por Ver’, mientras que Mike Tyson a sus casi 22 años firmó una ganancia de USD$ 21 millones por noquear a Michael Spinks en junio de 1988 en Atlantic City.

Aunque muy distante del nivel de antaño, Wilder, Joshua y el retorno de Fury se ponen en sus hombros el peso de volver a darle brillo a una de las categorías más atractivas de la historia y lo de anoche, por el espectáculo deportivo, ayuda mucho.