Compartir:

Ahí está sin inmutarse en el campo del nuevo estadio que lleva su nombre. De pie y a pleno sol, repara el escenario. Sin aspavientos, sereno, relajado. Édgar Rentería luce como acostumbrado a la gloria, a los reconocimientos, a la felicidad.

Dos anillos de Serie Mundial (uno de ellos con trofeo de MVP), dos Guantes de Oro, tres Bates de Plata, participaciones en cinco ediciones del Juego de Estrellas, un lugar en el Salón de la Fama del Béisbol Latinoamericano y todo lo que consiguió durante 16 años en siete equipos de Grandes Ligas (de 1996 a 2011), parecen haberle anestesiado la emoción, la capacidad de asombro, pero no, el carnaval va por dentro. No lo refleja porque es así: humilde, equilibrado y con una timidez que oculta su elevado average bromista.

'Acuérdense que si yo di el hit de oro para ganar la Serie Mundial con los Marlins y el jonrón en la final con los Gigantes, es porque tengo sangre fría (risas)', responde jocosamente cuando EL HERALDO le pregunta si se eriza al ingresar al estadio.

'La verdad es que sí, me emociono, ¿cómo no? Ninguno de los que somos barranquilleros pensábamos tener un estadio como este, así que no solo a mí se me deben erizar los vellos, yo creo que a todos, es un escenario excelente', agregó Rentería con total seriedad.

La charla fue ayer en medio de su último recorrido por el estadio antes de la inauguración, que se cumplirá hoy, a partir de las 6 p.m. Rentería vio de cerca los últimos retoques que se le estaban haciendo al majestuoso templo beisbolero.

'¡Es hermoso!', exclamó el exdeportista al encontrarse con el alcalde Alejandro Char y el exembajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, quien también mostró su admiración hacia el nuevo espacio peloteril.

 'Me parece un estadio profesional, es un estadio profesional', insistió Brownfield, que en sus días de diplomático norteamericano ayudó a impulsar la idea del escenario.

Char, Brownfield y Rentería pisaron el campo, apreciaron las graderías y se hicieron inevitables las comparaciones con los estadios de Estados Unidos. 

'Si eso (señala al jardín central) estuviera más hacia la izquierda, podría ser el ‘Monstruo Verde’ del Fenway Park, pero lamentablemente está totalmente en el centro, por lo tanto se parece más al Wrigley Field de Chicago', afirmó Brownfield con total seguridad y su marcado acento inglés.

'Se parece al de los Orioles de Baltimore, su equipo, que está rompiendo récords… récords de derrotas', le manifestó Char a Brownfield en son de broma.