A pesar de varios años de ausencia del fútbol en Santa Marta, la fiebre por este deporte en los samarios sigue intacta, así quedó demostrado ayer con la gran afluencia de público al nuevo escenario bautizado Sierra Nevada, ubicado en el sector de Bureche, en el sur de la capital del Magdalena, para el compromiso que libraron Colombia y El Salvador por el pentagonal Sub-17, en el marco de los XVIII Juegos Bolivarianos 2017.
La lluvia acompañó el compromiso desde el pitazo inicial pero no aguó la fiesta que se vivía en las graderías, donde niños, jóvenes y adultos con cánticos y saltos constantes, apoyaron al combinado tricolor.
Por su parte, en la cancha, colombianos y salvadoreños mostraron poco en su accionar ofensivo, los minutos transcurrieron y se dedicaron a tocar el balón, con pases cortos y sin profundidad. Los porteros fueron prácticamente unos espectadores más.
Cuando el público pensaba que los protagonistas se irían al descanso sin goles, apareció el lateral Robert Mejía, quien de remate cruzado venció la resistencia del arquero de El Salvador, Tomás Romero, para poner el 1-0 a favor de Colombia.
Sebastián Peñaloza, quien fue protagonista con el seleccionado colombiano en el Mundial de India, convirtió el 2-0 al minuto 70, generando el delirio de los aficionados, quienes nunca dejaron de celebrar el regreso del fútbol a la ciudad.
El estreno oficial del estadio Sierra Nevada fue pasado por lluvia, poniendo a prueba la resistencia del gramado escenario, que en ningún momento falló para que se suspendiera el partido.