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Ahora sí destapen el vodka. Ahora sí haga el curso de ruso. Ahora sí vaya viendo la muñeca matrioshka que se va a traer de recuerdo. Ahora sí cotice el hotel. Ahora sí mire planes de viaje. Ahora sí aliste sus maletas porque la Selección Colombia ya está en Rusia.

Se acabó la angustia. No más drama. Deje de cruzar dedos, guarde la estampita, archive la calculadora. La cumbia sonará en territorio ruso, el sombrero ‘vueltiao’ se verá en Moscú, San Petersburgo, Sochi y en las sedes en las que le corresponda jugar.

La fe siguió intacta, a pesar de la derrota 2-1 anteParaguay, en Barranquilla, y el combinado patrio empató 1-1 ante Perú, anoche en el Estadio Nacional de Lima, y se clasificó al Mundial de 2018.

James Rodríguez, al minuto 55, convirtió el tanto que puso en ventaja al combinado patrio. Paolo Guerrero, a los 75, conquistó la igualdad con un tiro libre.

Colombia jugó serio, con personalidad, con inteligencia, sin temores, sin darle ventajas a los pupilos de Ricardo Gareca.

Los dos equipos se mantuvieron bastante precavidos durante todo el juego. No arriesgaron demasiado en ataque y se esmeraron por cerrar los caminos hacia el gol. Las opciones para anotar fueron escasas.

El combinado patrio, con la sorpresa de su alineación, Duván Zapata, tuvo varios acercamientos con algo de peligro en el arco de Pedro Gallese, especialmente dos centros que el delantero de la Sampdoria de Italia le envió a Falcao y James al corazón del área, sin que ellos lograran alcanzarlos.

La etapa inicial resultó táctica, reñida, apretada, luchada. Sin precisión ni inspiración en ninguna de las dos áreas.

Los Incas no salieron a comerse vivos a los nuestros, como se esperaba. Con cabeza fría trataron de arrimarse a la portería de Ospina, pero los dirigidos por José Pékerman controlaron cada aproximación.

Paolo Guerrero, marcado muy de cerca por Óscar Murillo, llegó a desesperarse con la férrea marca del zaguero.

Guerrero solo contó con un centro que casi conecta al borde del área chica. El oportuno cierre de Dávinson Sánchez dificultó su objetivo. Esa acción fue la única que generó algo de susto para ‘la Amarilla’.

En el segundo tiempo tampoco se abrieron las rutas hacia las porterías, brillaron más los defensores que los atacantes.

Colombia encontró el gol a través del olfato anotador y la buena pegada de James Rodríguez, que capturó un rebote de una pelota que peleaba Falcao. Parecía que Colombia aseguraba su clasificación y frustraba la de Perú, pero Guerrero firmó el empate con su tiro libre y al recomendar a sus compañeros y rivales, en la agonía del juego, que aseguraran ese resultado y no atacaran más. Resumen: los Incas disputarán al repechaje con Nueva Zelanda, y los nuestros, el Mundial. Nunca perdieron la confianza y la fe en sí mismos. ¡Rusia, allá vamos!