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A las 7 y 50 de la mañana, del lunes 7 de agosto, un mensaje llega a mi celular. Apenas despertaba y, con la mirada aún borrosa, leo que Roberto ‘Bobby’ Polo había muerto. Recordé que en mi grabadora, guardada siempre en la gaveta de mi escritorio en EL HERALDO, había una entrevista con aquel expelotero y umpire que partió de este mundo por afectaciones renales a los 82 años.

Nuestro encuentro fue en 2016. El día ya se ha extinguido de mi memoria, pero fue el día en que cumplía años su esposa Yolanda González Rico y también, su fallecida madre Ignacia Tous. ‘Bobby’, luego de contarme sus anécdotas, unas dolorosas y otras divertidas, le llevaría flores a su amada.

Su deceso, pese a que no éramos conocidos –nuestra cita se dio por medio del periodista William Vargas Lleras– lastimó mi corazón porque sentí que le había incumplido a su deseo, salir en la sección ‘¿Y qué hay de la vida de...?’.

Nunca imaginé que esa entrevista, de 33 minutos y 54 segundos de duración con el ‘Bobby’ Polo, sería la primera y la última.