En el fútbol se ve de todo. Fantasías de verdaderos cracks del balón y situaciones repugnantes que nada tienen que ver con el espíritu deportivo y la sana competencia. En el clásico de la Superliga de Dinamarca se vivió el lunes pasado una de esas escenas desagradables e insólitas del balompié mundial. Los hinchas del Brondby lanzaron ratas muertas a los jugadores del Copenhague, Benjamin Verbic y a Ludwig Augustinsson, cuando se disponían a cobrar un tiro de esquina.
Obviamente los jugadores se sorprendieron ante la lluvia de roedores, se apartaron un poco, pero casi que de inmediato patearon los animales a un lado y ejecutaron el córner.