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La mesura y sobriedad que acostumbra a mostrar Vicente Del Bosque se convierte en ternura y cariño cuando está frente a niños, mucho más si se trata de pequeños con síndrome de down como el segundo de sus tres hijos, Álvaro, ya de 27 años de edad.

Su retoño hizo florecer en Del Bosque una manera diferente de ver la vida.

'Gracias a mi hijo soy una persona más sensible, me cambio la vida', dijo Del Bosque anoche, en el hotel Movich Buro 51 durante la cena benéfica en la que participó en favor de los niños con síndrome de down de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Educación Especial, FIDES.

El técnico español, que ganó de todo con el Real Madrid y la Selección de España, cerró con este evento su visita a Barranquilla. El entrenador concedió una rueda de prensa el martes, día de su llegada, dictó una conferencia el miércoles al mediodía en compañía de sus asistentes Javier Miñano (preparador físico) y Toni Grande (ayudante), y en la noche asistió a la cena en beneficio de Fides.

El evento se realizó de manera privada en el hotel Movich. Junto a Del Bosque estuvieron apoyando el evento benéfico los técnicos colombianos Alberto Gamero (Junior) y Reinaldo Rueda (Atlético Nacional). Así mismo una buena cantidad de jugadores rojiblancos, encabezados por su capitán Sebastián Viera.

Vicente Del Bosque accedió a tomarse fotos con todos los presentes de manera amable y amplia.

El reconocido timonel ibérico emprendió vuelo de regreso a su país en la mañana de este jueves, en compañía de Miñano y Toni Grande.