Pocas escenas de la pelea ante Benny Briscoe sobreviven en el laberinto de la memoria de Rodrigo Valdés. Situaciones muy genéricas, lugares comunes, personajes que de tanto repetirlos sabe que estuvieron allí como el Príncipe Rainiero, Alain Delón o Carolina o el príncipe Alberto, los hijos del Príncipe. El hombre que conquistó con sus puños Mónaco, primero que los pies de Juan Pablo Pino, Falcao y James.
A ‘Rocky’ ya no se le ve a las 5 de la tarde sentado en la habitual silla blanca por la Torre del Reloj rodeado de sus acostumbrados contertulios. Ya poco sale a su acostumbrado periplo por el Mercado de Bazurto donde almorzaba o en el cine vespertino viendo películas donde aprendió a leer. Lo que sí perdura es la sonrisa dorada del más aplomado de los campeones mundiales de boxeo colombiano, el segundo después de Pambelé y el primero en la categoría reina, la de los medianos.
Ayer la Universidad de Cartagena le brindó un homenaje 'al más completo de los boxeadores colombianos de todos los tiempos por técnica, elegancia y variado repertorio de golpes', como lo describió el periodista barranquillero Estewil Quesada, quien subió el telón del acto realizado en el aula máxima de la Facultad de Derecho.
El cronista leyó una carta enviada por el presidente de la Asociación Mundial de Boxeo, el venezolano Gilberto Mendoza Junior, quien se enteró del homenaje a ‘Rocky’ o ‘la Fiera’ y quiso dedicarle unas palabras al cartagenero que este año soplará setenta velitas en el pastel de cumpleaños.
'Es un honor escribir estas palabras para uno de los primeros boxeadores latinos que quedaron grabados en mi memoria. Un hombre que puso en boca de todos su Cartagena del alma y su país Colombia. Reconocer su desempeño deportivo logrado con tanto esfuerzo, escribiendo una gran historia de rivalidad junto al argentino Carlos Monzón', dijo Mendoza en un comunicado enviado con ocasión del evento.
'Se hizo campeón por su dedicación. Ahora no hay boxeador que lo haga como él lo hacía. Estaba obsesionado con ser campeón', contó el cartagenero José Godoy, su expreparador físico.
'Feliz de estar aquí, al lado del mejor de todos, Bernardo Caraballo y de todos mis compadres. Muchas gracias por este homenaje', fueron las pocas palabras que pronunció en su homenaje el gran ‘Rocky’.