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El vacío que deja Mike Schmulson en la ‘pelota caliente’ será tan grande como la capacidad que tenía para improvisar. Carismático, mamador de gallo, exigente y un tipazo. Ese fue el común denominador entre los comentarios de los asistentes que se congregaron para decirle hasta luego al periodista que el mundo deportivo conoció como la ‘Biblia del Béisbol’.

Uno a uno, personalidades ajenas y no ajenas al deporte, llegaron a las 11 de la mañana a la Sinagoga Bet-El. Una mañana soleada que contrastaba con las miradas amilanadas y aturdidas de los asistentes que aún intentaban asimilar que el ‘Gran Mike’ había decidido comentar el ‘Juego de Estrellas’ en el cielo.

'Mi papá fue una persona alegre, jocosa, caribeña e impecable. Todo lo que hizo por la prensa y el deporte no se podrá olvidar. A él, el deporte le fascinaba, pero sabía de economía, de política y de lo que ocurría internacionalmente', expresó a EL HERALDO Rodolfo, uno de sus hijos mientras recibía condolencias.

Múltiples mensajes de los amigos más cercanos, sus nietas y hasta del gobernador Eduardo Verano de la Rosa, se escucharon en la Sinagoga. Letras que describían la personalidad de un maestro del micrófono que no pudo ponchar un cáncer que le arrebató su vida el pasado jueves en Houston, a los 86 años.

'Sin duda fue un personaje inolvidable. Él era la esencia del ser caribe y tenía una gran rapidez mental y que exhibía en las transmisiones. Recordaba anécdotas que tuve con él y que yo se las decía a mi padre y este se moría de la risa por las cosas que a Mike se les ocurrían. Estadísticamente era preciso con los promedios de bateo, batazos. Eso no lo retiene nadie, y las que no la tenía, las inventaba, pero era muy particular', recuerda Verano.

Ventura Díaz Mejía, exgobernador del Atlántico y periodista, también fue uno de los especialistas del béisbol que tuvo la agradable oportunidad de conocer a Mike. Ventura no se guardó elogios y pidió recordar a su colega como realmente era: descomplicado.

'Mike era descomplicado. No se quedaba quieto. Tantos sábados al lado de él fueron agradables. A su esposa Susie Steckerl, a sus hijos, a sus nietos y bisnietos, quiero darles mi apoyo. No nos sintamos tristes. Él nos tomó la delantera, pero algún día nos volvemos a encontrar. A todos ustedes les pido que lo recordemos como ese tipo bueno y descomplicado que fue', expresó Ventura.

El empresario Fuad Char desempolvó recuerdos cuando era el cuarto bate de Mike, quien en ese entonces era mánager de la selección de la Universidad del Atlántico.

'Tuvimos una amistad de 40 años. Con Mike todo era alegría, tenía una simpatía enorme que contagiaba. En la Universidad del Atlántico, hace un poco de años, creo que en 1957 o 1958, él dirigía el equipo de béisbol y yo era su cuarto bate por rosca (risas). Desde allí entablamos una amistad que no era ni de política ni de negocios. Lo acompañé a Series Mundiales en Baltimore, en Los Ángeles y en Nueva York junto a Marcos Pérez', expresó Char.

El cuerpo sin vida de Mike luego fue trasladado al cementerio hebreo donde llegó alrededor de las 3 p.m., tras unas demoras en papeleos que tuvo cuando aún se encontraba en la Sinagoga.

Homenaje póstumo

Jaime Pumarejo, integrante del gabinete distrital del alcalde Alejandro Char, entregó un decreto (0898 de 2016) en el cual se anuncia un homenaje póstumo a Mike Schmulson por su ardua e intachable carrera en el periodismo deportivo. Pumarejo, quien estuvo como alcalde encargado, se lo otorgó a sus familiares.

'Mike nos deja un gran legado para sus amigos, su familia y el periodismo. Mi primera memoria del béisbol fue acomodar la antenita del televisor para escuchar las transmisiones de él. Queremos exaltar sus múltiples contribuciones con Barranquilla, pese a tener el reconocimiento nacional que tuvo. Nadie olvidará ese hit glorioso en 1997 de Édgar Rentería narrado desde la voz inigualable del gran Mike Schmulson', expresó Pumarejo.