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Nació hace 48 años en Polonuevo, Atlántico y a diferencia de su hermano Pool, Armando Carbonell no fue boxeador sino árbitro, profesión que le ha dado la oportunidad de conocer muchos países 'sin pagar un solo peso', como él dice.

Pero uno de los mayores logros lo consiguió en el pasado Mundial de boxeo aficionado, en Catar. Carbonell no solo fue elegido por la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo) como el mejor referee del certamen, sino del mundo.

'Indiscutiblemente me cogió por sorpresa la noticia. No pensé que me iban a elegir como el mejor del mundo, en el Mundial habían 40 y se venía haciendo un seguimiento en más de mil árbitros . Para mí esto ha sido grandioso. En Catar mi experiencia fue única, hasta monté en camello (risas)', destacó a EL HERALDO Carbonell desde Ayapel, Córdoba.

Hace 16 años está oficiando como juez en los cuadriláteros, pero reconoce que no es una tarea fácil.

'Lo más difícil no es arbitrar, es saber juzgar, determinar quién gana o no la pelea. En el ring es solo dirigir y tratar que no cometan faltas, en peleas muy cerradas debes seleccionar el mejor estilo y el que mejor golpee para tener al ganador'.

Las determinaciones del juez atlanticense estarán en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Serán sus terceras justas tras Beijing 2008 y Londres 2012. Según él, 'ningún referee en Colombia lo ha logrado'.