Con el estallido llega el júbilo. El olor a pólvora queda en el ambiente por segundos, los gritos y los abrazos rodean al que ha reventado la mecha. Él suelta una carcajada y festeja con emoción. Esta es una de las escenas que se produce en el tejo, un deporte netamente colombiano, que comenzaron a practicar los indígenas, pero al que los españoles trataron de usurpar, pero luego se restableció en el siglo XIX.
El tejo nació en Turmequé, Boyacá, y en junio del 2000, fue declarado deporte nacional de Colombia por el Congreso de la República. . El actual campeón nacional de tejo es el barranquillero Erick Mauricio Carvajal, quien se coronó en los pasados juegos nacionales. En la costa caribe hay buenos exponentes de este deporte, como el catedrático Fredys García, de plato Magdalena, es una autoridad para
hablar de esta disciplina.
'El tejo es un deporte exigente, en donde se debe tener tres condiciones disciplina, aptitud y voluntad. Reventar una mecha produce la misma sensación que se genera cuando se anota un gol en el fútbol', cuenta García, quien se coronó campeón nacional en 1982, 1986 y en 1989.
El tejo es un deporte de competencia, en el cual se enfrentan jugadores de manera individual o por equipos. El juego consiste en lanzar el tejo, que es un disco de hierro, desde una cancha a la otra, con el objetivo de enterrarlo dentro del bocín, reventar una mecha o en su defecto, enterrarlo más cerca al bocín que los demás competidores.
Javier Betancourt Medina lleva más de 20 años trabajando en la cancha los Búcaros y es el encargado de tener en óptimas condiciones el recinto, en donde todos los días se reúnen los amantes del tejo para practicarlo a manera de competencia o para jugarlo y tomarse una que otra cerveza. 'Yo me encargó de medir los puntos, siempre he estado ligado al tejo, que es un deporte que genera mucha diversión. Me encargó de tener en buen estado el barro donde va el bocín y la mecha', sostiene.
A pesar de ser un deporte netamente colombiano el tejo se practica en países como Venezuela, Ecuador y Brasil, todo gracias a la influencia del colombiano. Uno de los objetivos con esta disciplina es que se convierta en deporte olímpico o por los menos que haga parte de unos Juegos importantes. 'Por lo menos queremos que lo incluyan en unos Juegos Centroamericanos, este es un deporte de inteligencia mental. A mí el tejo me ha servido para crecer como persona y ha sido la base para formarme', agrega Fredys García, quien escribió el libro El Tejo, deporte y cultura.