Compartir:

Argelia volvió ayer a la lucha por una plaza en los octavos de final del Mundial de Brasil al vapulear por 2-4 a Corea del Sur en un partido que los africanos dominaron a su antojo en el primer tiempo y los asiáticos hicieron lo que quisieron en el segundo.

Pudo haber sido una victoria aplastante para los Zorros del Desierto, que se fueron al descanso con un 3-0. El intermedio pareció adormecerles a la vuelta, cuando los Tigres, heridos en su amor propio, organizaron literalmente un torneo de tiro al blanco frente a la puerta de Rais Mbolhi. El resultado dejó a Argelia con tres puntos en el grupo H, a la sombra de Bélgica

Corea del Sur quedó estacionado en el fondo, también con un punto, junto a Rusia, y la última jornada habrá un pulso entre argelinos, rusos y surcoreanos por el último cupo a octavos. El equilibrio de fuerzas duró en Porto Alegre apenas 26 minutos. Exactamente lo que tardó el punta del Sporting portugués Islami Slimani para mandar a Sun Ryong Junk a recoger el balón del fondo de la red.

Lee Jin-man/APAlgeria's Islam Slimani puts his head to the ground after scoring his side's first goal during the group H World Cup soccer match between South Korea and Algeria at the Estadio Beira-Rio in Porto Alegre, Brazil, Sunday, June 22, 2014. (AP Photo/Lee Jin-man)

Quizá más bonito que la finalización fue el pase desde la circunferencia central del campo de Carl Medjani, que se filtró entre los dos centrales de rojo para el dominio de Slimani.

Desde entonces, los Zorros del Desierto abrieron la llave de su ataque cada vez que quisieron en el primer tiempo.

Apenas dos minutos después el defensor Rafik Halliche se adelantó con un cabezazo a una mala salida del portero surcoreano tras un córner despachado desde la izquierda por Yacine Brahimi.

Fue suficiente para forzar la capitulación en los primeros 45 minutos de los guerreros Taeguk.

A los 38 minutos Slimani lanzó una nueva ofensiva por la derecha, arrastró marcas y sirvió el balón a Djabou para depositarlo en el fondo de la red.

Sin fuerza para llegar a inquietar la zaga argelina, Rais Mbolhi parecía disfrutar de vacaciones, pues los de Hong Myumgbo no reaccionaban, al menos hasta que comenzó el segundo tiempo.

La primera jugada ofensiva de Corea del Sur se gestó a los 50 minutos y terminó en gol de la figura del equipo, Son Heung-Min. Doce minutos después, en la jugada colectiva más vistosa, Yacine Brahimi, jugador del Granada español, despertó a su equipo con el cuarto tanto.

Parecía todo cerrado, pero a los 72 minutos Corea del Sur, en otra acción sin orden pero masiva, terminó desordenando la defensa rival y con un toque poco ortodoxo de Ja-Cheol Koo puso el 2-4 definitivo, porque los asiáticos lo intentaron pero sin éxito. Efe