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Martina, la pequeña hija de Luis Felipe, le hace señales como las que hacen los entrenadores de béisbol durante el juego, mientras mascan y escupen tabaco. La pequeña de solo cuatro años, se toca la cabeza, la oreja y, luego se pone la mano en el corazón. Es una manera muy particular de decirle que lo quiere mucho.

De aquella vez, cuando se marchó con la maleta cargada de ilusiones a jugar béisbol para los Diamondbacks de Arizona, ha pasado mucha agua por debajo del puente. Grabadas en su corazón quedaron para siempre las lágrimas de su madre, cuando lo vio partir aquel mes de agosto de 1998. El día que le anunciaron que ella se había quedado dormida para siempre, sentada en el comedor de su casa, la vida le cambio.

Quiso ser pelotero de la ‘gran carpa’, pero no pudo. Su amor y pasión por este deporte lo convirtieron en lo que es hoy, mánager de la Roockie League, en la ciudad de Scottsdale. En el receso de fin de año, en la liga colombiana, ha sido el mánager de los Leones de Montería. Llegar a la final, es el objetivo de este joven entrenador, que aspira esta vez regalarle el título de campeones a la afición cordobesa que tanto la merece.

Luis Felipe Urueta le contó a EL HERALDO porqué el béisbol es la razón de su vida.

Tu sueño era el de jugar en el béisbol de la ‘Gran Carpa’, ¿qué pasó?

Llegar a las Grandes Ligas no es nada fácil. Yo firmé en el año de 1998 para la organización de los Diamondbacks, trabajé muy duro para lograrlo, pero hubo factores mentales que no me ayudaron.

¿Cuándo decides convertirte en entrenador?

Después de intentar tanto, de pasar por ligas independientes, Europa (Italia), recibí una oferta del mismo equipo que me dio la oportunidad como jugador, e inicié como entrenador en República Dominicana.

¿Qué haces ahora en los Estados Unidos?

Trabajé cuatro años en República Dominicana, los dos últimos años he sido parte del staff de entrenadores en los Estados Unidos. Este año fui el mánager del equipo que compite en la Rookie League en la ciudad de Scottsdale, donde resido con mi familia.

¿Aspiras a llegar a dirigir en las Grandes Ligas?

Quiero seguir adquiriendo conocimientos, y moviéndome en el sistema de ligas menores, dirigir en las Grandes Ligas requiere de mucha experiencia, lógicamente, el objetivo final es ese.

Por lo visto, el béisbol es tu pasión…

Lo es, le he entregado toda mi vida, por medio de este deporte he conocido varios países, culturas y personas que tienen mucho valor para mí.

Tu padre también le ha dedicado toda su vida al deporte, ¿qué representa para ti?

Mi padre es y será siempre un ejemplo a seguir. En él vi desde pequeño a una persona dedicada, disciplinada y honesta. Quizás los genes de enseñar y dirigir los adquirí de él.

Dicen que eres ídolo en Montería…

Ídolo no creo. Pero trato de brindarle un buen espectáculo al público colocándole un buen equipo en el terreno de juego. Toca darle crédito a la afición de Montería que llena el estadio cada vez que el equipo juega. Leones está metido en el corazón de los cordobeses.

¿La final será entre Tigres y Leones?

Tigres ha sido un buen equipo durante toda la temporada, pero nosotros los hemos escoltados de cerca. Los dos merecemos estar en la final.