Compartir:

Haber sido la primera mujer afrodescendiente y la más joven ministra en la historia de Colombia pesó y aún pesa en la vida de Paula Moreno, quien llegó a los 28 años como una ‘Cenicienta’, sin apellidos tradicionales ni aristocráticos, a un cargo de alto poder. Así lo describe ella en un diario hecho libro, en el que revela desde su experiencia El poder de lo invisible (Ediciones B).

En estas memorias, Moreno dibuja una experiencia cargada de inseguridades, rechazo y discriminación, pero también de empoderamiento e inspiración, pues uno de sus grandes retos al llegar al Ministerio de Cultura debía ser representar a los colombianos desde la diversidad.

'La gente negra, la gente indígena, toda la que representa la diversidad del país, tiene mucho que aportar y no con ánimo de revancha ni exclusividad, sino porque desde la diversidad se piensa en todo', es la consigna de Moreno, una mujer orgullosa de sus raíces plantadas en Santander de Quilichao.

Es ingeniera industrial y diplomada en lengua y cultura italiana, máster en Filosofía de la Gestión y tiene estudios en Planeación Urbana y Liderazgo, pero en sus primeros días al mando, confiesa, no dejó de sentirse 'fuera de lugar'.

'Cuando llegué todos hablaban de la cultura de la Cenicienta. De ese poder que moviliza este país y mantiene la cultura emocional, pero del que aún nos falta por comprender su potencial. Hablaban de la Cenicienta como si no tuviera poder, pero lo tiene y lo ejerce', explica Moreno.

Por eso, en su libro se abre una ventana que visibiliza la fuerza de lo aparentemente invisible, un mapa de recuerdos que a través de siete partes recuerda el peso histórico de una sociedad que insiste en poner categorías, en vez de reconocer 'una humanidad compartida alrededor de sus diferencias, no a pesar de ellas'.

'Me preguntan constantemente ¿cómo le gustan que les digamos a ustedes? y yo respondo —a qué se refieren con ustedes—. Pues si yo te veo, lo primero que se me ocurre es llamarte por tu nombre, no decirte blanco o mestizo. Lo mismo sucede en las comunidades afrodescendientes, deberíamos responder al llamado de nuestros nombres', dice Moreno, que desde discursos y acciones incluyentes busca cambiar relaciones de poder.

Por eso, dice, se motivó a escribir su propia historia. Porque cuando llegó al cargo que tantos nervios le produjo, no encontró un testimonio para animar ese liderazgo.