Dos son las versiones que manejan la Policía científica venezolana con relación al homicidio de los cuatro hijos de un cordobés, nativo de San Sebastián, que fueron masacrados en el lago San Joaquín, en el estado de Carabobo, en el país vecino.
De acuerdo con las primeras indagaciones, Wílmer Antonio Banda Rivero, 22 años; Wilson Enrique, 23; Wilderm José, 25 y Wilfredo José Banda Rivero, de 26 años, quienes residían en el sector Alí Primera, en San Joaquín, se encontraban pescando cuando en el camino se encontraron con otros pescadores con los que hubo un enfrentamiento.
'Hay testigos que aseguran que al parecer les quisieron robar el motor de la lancha, pero estos se resistieron y les dispararon', afirma una fuente consultada por la Policía de Carabobo.
Otra versión indica, que posterior a una discusión por el dominio de la laguna donde pescaban, toda vez, que el cuerpo de agua se ha ido reduciendo, lo que llevó a su asesinato.
La policía investiga el paradero de dos hombres que lograron salir ilesos de la masacre.
Eran jóvenes dedicados al trabajo
Pedro Hernández Osorio, pariente de los jóvenes masacrados, narra que vivió con ellos durante seis años en Carabobo, compartiendo además las faenas de pesca, recuerda a los cuatro hermanos como unos jóvenes alegres, levantados en un hogar donde se les impartió disciplina y amor por el trabajo.
'Eran jóvenes pescadores, allí en el lago San Joaquín, eso a partir de la merma del trabajo de la construcción en Venezuela. Se ganaban la plata para comer gracias al lago donde fueron asesinados y arrojados atados, esta noticia nos ha sorprendido y nos entristece', explicó Pedro, uno de las primeras personas en conocer el crimen .