Mistura lanza una nueva edición de Sabores del Mundo, una iniciativa que cruza fronteras culinarias para reinterpretar tradiciones gastronómicas de distintos continentes. La campaña, que se realiza aproximadamente dos veces al año, representa una oportunidad para renovar la carta, explorar nuevas técnicas y sorprender a sus comensales.
“En cada edición se quedan unos dos o tres platos, los que más gustaron a la gente”, explicó Estefanía Calle, líder de mercadeo.
Cada entrega de Sabores del Mundo parte de un proceso creativo en el que el chef ejecutivo Oscar Paternina, junto con el equipo directivo, diseña una serie de platos inspirados en técnicas internacionales, fusionándolas con la identidad culinaria de Mistura.
“No es como que una temporada sea de España y la otra de Francia. En cada temporada, el chef se inspira en técnicas de muchas partes del mundo”, comentó Sebastián Peláez, director administrativo del restaurante.

Innovar desde la raíz
La esencia de Mistura se mantiene firme: platos cargados de sabor, equilibrio y riesgo creativo. Esta libertad de experimentar permite al equipo explorar sin perder el sello que los caracteriza.
“Esa experimentación nos abre las puertas a poder ensayar lo que queramos, a innovar en nuevos platos, en nuevas técnicas, en nuevas cosas”, añadió Peláez. La intención no es solo sorprender al cliente, sino también mantener viva la motivación y el aprendizaje en la cocina.
En esta temporada, los comensales podrán disfrutar desde un sushi renovado hasta una coliflor gratinada, pasando por una cachapada de maíz con solomito y postres de temporada. Todos son platos pensados para ser disfrutados en compañía, tal como en los inicios del restaurante.
“El chef se inspiró mucho en los sabores originales de Mistura, en esa época en que el restaurante comenzaba a abrirse paso en la escena gastronómica de la ciudad: platos para compartir, llenos de sabor y de esa explosión que nos caracteriza”, destacó Calle.
Uno de los mayores logros de esta iniciativa ha sido su impacto en el menú permanente del restaurante. Platos como los crispitacos de carne trufada, el pulpo hoisin, el corean jjigae o la recordada cangreburgue han nacido en temporadas anteriores y, por petición popular, siguen disponibles.
“Muchísimos de los platos de la carta hoy han sido Sabores del Mundo. Uno estrella es los crispitacos. A la gente le gusta mucho y fueron de una temporada”, recordó Calle.
La retroalimentación es constante, los comentarios espontáneos a los meseros o administradores permiten saber qué platos marcan la diferencia.
“Hay clientes que todavía piden platos que no están en la carta. Se sacaron hace años, pero siguen saliendo porque los piden”, señaló Peláez.

El mismo Mistura en cada ciudad
La temporada Sabores del Mundo se lanza de manera simultánea en todas las sedes de Mistura a nivel nacional. Para garantizar la calidad y coherencia en cada plato, el chef ejecutivo viaja y entrena a los equipos locales, asegurándose de que la propuesta se mantenga fresca y con el sello de la casa.
“Nosotros no tenemos un centro de producción donde está la comida hecha y congelada. Todo es a la minuta. Son unos retos importantes que logramos hacer para que la comida siempre sea fresca”, enfatizó Peláez.
Más que una campaña de temporada, Sabores del Mundo es una reafirmación del espíritu creativo y versátil de Mistura. Con cada plato, el restaurante invita a sus clientes a descubrir sabores inusuales sin perder la familiaridad de su propuesta base.
“Es todo muy novedoso, todo muy rico, pero uno identifica que sigue siendo Mistura. Es como ir a la fija: uno lo ensaya, pero sabe que le va a encantar”, concluyó Calle.
Con esta nueva temporada, Mistura no solo se arriesga a innovar, sino que reafirma su compromiso con una cocina viva, desafiante y profundamente conectada con el mundo.