En el corazón de Barranquilla, los habitantes del tradicional barrio Rebolo están siendo testigos de una transformación histórica liderada por la Administración del alcalde Alejandro Char. Este barrio, que en sus inicios fue cuna de la cultura, el deporte y la música en la ciudad, y que luego ocupó la atención debido al caudal arroyo que por años afectó la tranquilidad de la gente, se fue convirtiendo en foco de basuras e inseguridad. Hoy, gracias a una política de inclusión social y renovación urbana, este sector tendrá una nueva cara: El Gran Malecón del Suroriente.
Con un renacer sobre la misma huella del arroyo, el suroriente barranquillero ya vive una realidad que beneficiará a más de 300 mil personas con una apuesta en infraestructura que promueve la integración social, cultural y recreodeportiva.
El compromiso del Distrito de Barranquilla con el bienestar social ha formado ciudadanos más unidos en torno a los nuevos espacios. Esta transformación no solo marca un antes y un después, sino que también proyecta un futuro esperanzador para toda la región Caribe, que ve en esta ciudad un modelo a seguir en su propio camino hacia el desarrollo.
Si bien en las dos últimas décadas la ciudad ha protagonizado un resurgimiento urbano en el cual se hicieron evidentes grandes obras de infraestructura, haciendo de Barranquilla una ciudad más accesible, conectada y atractiva tanto para sus habitantes como para los inversores; hoy, la ruta de progreso de la ciudad va encaminada hacia un enfoque social que apuesta por el bienestar y la inclusión de los sectores más vulnerables, logrando que la gestión trascienda más allá de los despachos gubernamentales para que lleguen ahora directamente al corazón de los hogares barranquilleros, como es el caso del tradicional barrio Rebolo.
Es por ello que el mandatario de los barranquilleros anunció: “El domingo enciendo la Navidad de Barranquilla aquí en Rebolo. Quiero invitarlos el próximo primero de diciembre, a las 6:00 de la tarde, sobre el Gran Malecón del Suroriente para dar inicio de la Navidad. Será un antes y un después de Rebolo y sus alrededores, la navidad de Rebolo a otro nivel”.
Un legado de cultura y resistencia
Fundado entre los siglos XIX y XX, Rebolo es más que un barrio: es un emblema. Hay versiones que hablan de que su nombre se le debe a las ‘reboleras’, una especie de ciruelas silvestres que florecían entonces en las terrazas de las casas antiguas. En sus arenosas calles nació el Junior de Barranquilla en agosto de 1924 cuando Micaela Lavalle de Mejía, impulsó la creación de Juventud Infantil, la génesis de lo que sería después el equipo tiburón. Y en ese mismo barrio se erigió el Estadio Moderno, considerado la cuna del fútbol colombiano.
Rebolo fue también la cuna de grandes artistas como Nelson Pinedo, mejor conocido como ‘el Pollo barranquillero’, quien llevó la música tropical a escenarios internacionales; asimismo fue sede del género musical salsa de la ciudad con su mítico estadero ‘La Cien’ y uno de los sectores que más ha aportado a enriquecer la cultura y tradición del Carnaval de Barranquilla.
Sin embargo, la vida en el barrio no ha sido fácil. La pobreza, los arroyos y los estigmas asociados a la violencia y la discriminación empañaron su imagen. A pesar de ello, Rebolo conserva la esencia de un barrio unido, lleno de historias, tradiciones y resistencia cultural.
El desafío del arroyo de Rebolo
Es por ello que uno de los mayores retos de la Administración del alcalde Alejandro Char ha sido intervenir el peligroso arroyo de Rebolo, que durante más de un siglo representó una amenaza para la seguridad y la salud pública. Las inundaciones recurrentes y la contaminación lo convirtieron en una “herida abierta” que, según cifras históricas, ha cobrado la vida de más de 100 personas.
La construcción del Gran Malecón del Suroriente, un parque lineal que cubrirá los 1.357 metros del arroyo con una losa de concreto (que ya está terminando de ser instalada) para trasformar el espacio en una zona de recreación, cultura y deporte, es lo que se ha considerado como el renacer de este sector. El proyecto incluirá senderos peatonales, ciclorrutas, canchas deportivas, jaulas de bateo, skate park, gimnasios biosaludables y módulos comerciales.
“Esto, que era un sitio al que todos le dábamos la espalda, que era un basurero a cielo abierto contaminante, se convertirá en un espacio para el disfrute de todas las familias. Estoy muy contento de que antes de cumplir el año de mandato, y de haber llegado de nuevo a la Alcaldía, hayamos cerrando esta herida, estamos cada vez más cerca de hacer realidad este sueño, no hay mal que dure 100 años. Barranquilla a otro nivel ¡sí se puede!”, señaló Char.
En la ejecución de los frentes de trabajo ya culminó la primera fase de 620 metros lineales de losa de concreto con su respectiva malla electrosoldada y metaldeck, y pronto se iniciará la construcción de los 400 metros lineales correspondientes a la segunda fase de la losa, sobre la cual se estarán adelantando los trabajos del parque lineal que estará encima de la estructura y que beneficiará a más de 112.000 habitantes de Rebolo y zonas aledañas, va tomando forma.
Un enfoque social transformador
La intervención en Rebolo va más allá de la infraestructura. La política social del alcalde Char ha llegado directamente a los hogares de los más necesitados y Rebolo no ha sido la excepción. En una jornada del programa ‘Vamos Pa’l Barrio’, la Administración descentralizó servicios del Distrito para ofrecer atención en salud, registro en el Sisbén, acceso a cupos educativos y orientación sobre becas y subsidios.
Así mismo, el barrio ha sido uno de los beneficiados con el programa de Mejora de Vivienda Saludable, que sigue trasformando la vida de muchos hogares barranquilleros, como el caso de Robinson Espinoza, cotero y residente de Rebolo, quien es uno de los beneficiarios de esta iniciativas. “Nunca pensé tener una casa tan bonita. Esto es una bendición enorme. Espero que muchos más puedan disfrutar de estas ayudas, porque aquí hay mucha necesidad”, expresó emocionado tras recibir mejoras en su vivienda.
Un futuro prometedor
La transformación de Rebolo no solo impacta a sus habitantes, sino que simboliza un cambio profundo en el suroriente de Barranquilla. El Malecón del Suroriente y los programas sociales están destinados a romper los estigmas y brindar oportunidades para el desarrollo cultural y económico de esta zona.
Con obras que combinan inclusión, infraestructura y participación ciudadana, Rebolo se perfila como un ejemplo de cómo la inversión pública puede cambiar realidades y proyectar una ciudad hacia un futuro más inclusivo y esperanzador.