Independientemente del plazo de la inversión se deberían tener en cuenta varias cosas, la primera es el motivo de la inversión y para qué se necesita. ¿Se desea mantener el capital o incrementar el capital?, ¿se busca conseguir algún tipo de recursos para después comprar algún bien o servicio? El objetivo es muy importante porque así se determinará qué plazos se tienen para invertir.
Si se define que es a corto plazo, es importante explorar varias posibilidades del sector formal (sector financiero en general). Las inversiones informales tienen muchísimo mayor riesgo y generalmente ese riesgo no vale la pena asumirlo.
Una vez aclarado este aspecto, es importante entender también que, a mayor riesgo mayor retorno de inversión. Si se es un agente al cual le gusta el riesgo es importante evaluar las posibilidades del sector formal que tienen inversiones a corto plazo con mayor rentabilidad, seguramente con mucho mayor riesgo, por ejemplo: las acciones, ese tipo de inversiones que pueden ser de corto plazo, generan mayor riesgo, pero pueden entregar más rentabilidad.
Un inversionistas apegado a mantener el capital puede explorar inversiones a corto plazo de tres meses como Certificados de Depósito a Término (CDT’s) o Fondos de Inversión Colectiva, entre otros, con activos mucho más seguros que pueden generar menor rentabilidad, manteniendo el capital.