Las grandes reservas de hidrocarburos convencionales en Colombia se encuentran en las profundidades del fondo marino, donde nuestro país tiene grandes expectativas y desafíos para lograr un sector competitivo y eficiente que contribuya también a desarrollar una industria local de servicios asociados a estas operaciones y así atraer más inversión al país.
Con este panorama se reactivará la actividad exploratoria en mar abierto, además de ser esta la oportunidad de oro para el Caribe colombiano donde se estima un potencial de 12.000 millones de barriles de petróleo equivalentes que atraerán grandes inversiones para impulsar la exploración offshore.
Por lo anterior, la industria, el Gobierno Nacional y las ciudades costeras como Barranquilla, se han venido preparando para el desarrollo e impulso de esta industria donde el impacto económico se sentirá en la generación de mayores ingresos, nuevas oportunidades de empleo calificado y no calificado, zonas francas, bienes y servicios e infraestructura en puertos.
Lo anterior, enmarcado en la probabilidad de éxito exploratorio y del potencial de desarrollo de bloques para seguir avanzando y fortaleciendo de forma decidida la cadena de valor del sector a través de un clúster de offshore.
Asimismo, el apoyo y la experiencia de otros países líderes en este tipo de operaciones offshore se ha direccionado en materia de desarrollo económico, sostenibilidad, educación, buenas prácticas, retomando casos de éxito e intercambiando información que anime a la industria a llevar a cabo exploraciones offshore en Colombia, no sólo con operaciones de gas en aguas someras, sino además de hidrocarburos líquidos en futuras operaciones profundas, aportando recursos para el desarrollo, la inclusión social y la preservación del medio ambiente.
De esta manera, así como se requiere una gran inversión en el desarrollo de estas operaciones offshore, también es necesario seguir avanzando en la implementación de la regulación ambiental en un trabajo conjunto entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la ANLA y la misma industria, para que esta sea articulada con el trabajo técnico que adelantan los geólogos, ingenieros de petróleos, geofísicos, ingenieros ambientales y biólogos marinos, quienes son los responsables de analizar la información y decidir asertivamente sobre la regulación que permita un desarrollo de la industria offshore ambientalmente sostenible.
La actividad offshore ha generado gran interés en los últimos años a partir de los avisos de descubrimiento de los pozos Orca -1, Kronos -1, Purple Angel -1, y Gorgon -1, donde se registró presencia de gas y con estudios recientes se ha evidenciado la posible presencia de hidrocarburos líquidos en esta cuenca frontera, panorama que lleva a intensificar los estudios del subsuelo marino con tecnología de punta que permita reducir los riesgos asociados y así dimensionar asertivamente el potencial de hidrocarburos que se encuentran en el fondo marino.
Grandes hallazgos. Los grandes hallazgos recientes han hecho que en la parte de regulación contractual se analicen nuevos ajustes a la minuta costa afuera en cuanto a arbitraje.
Estos descubrimientos en el Caribe colombiano se deben seguir evaluando y desarrollando, así como también la ANH debe ofrecer condiciones atractivas para que los contratos y precios del gas sean competitivos.
Una de las líneas estratégicas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos será la 'inversión exploratoria', donde se trasladarán inversiones apuntando a nuevas reservas y nuevos objetivos exploratorios, para promocionar bloques con información de real interés a las operadoras de la industria petrolera nacional e internacional. A su vez, se agilizaría la conversión de los contratos de Evaluación Técnica – TEA´s, por su sigla en inglés, a contratos de Exploración y Producción Costa afuera E&P´s.
De igual manera en la línea 'competitividad y oferta de áreas', la ANH busca redireccionar el Procedimiento Competitivo Permanente, herramienta que se espera tener a punto antes de culminar el presente año y estudiaría posibles modificaciones al Acuerdo No 02 de 2017, para hacer una transición y retomar el camino de dinamizar la industria petrolera, así como también garantizar la seguridad energética para el país.
Actual de los contratos offshore. Por otra parte y teniendo en cuenta que la batimetría es el levantamiento topográfico del lecho marino respecto a un datum o al nivel del mar, que consiste en obtener el tiempo que le toma a una onda acústica (ping), en ir y regresar al sensor instalado en el barco, atravesando la columna de agua, registrando las alturas del lecho marino, esta información alimenta la evaluación de los rasgos geológicos, así como también es de gran utilidad para la seguridad náutica y para futuros estudios marinos en diferentes áreas de la industria y del medio ambiente.
Por lo anterior, la ANH está comprometida con el avance en el conocimiento del Mar Caribe, y actualmente se está avanzando con el programa de Batimetría Caribe ANH 2018, el cual consta de la adquisición, procesamiento e interpretación de 160.000 km2 de batimetría de alta definición, con una inversión de más de $44.000 millones en zonas donde no se ha adquirido este tipo de información.