Lleva dos libros publicados en menos de dos años donde “tira línea”.
En Colombia no es habitual escribir sobre los presidentes, ni antes, durante o después de sus tareas de gobierno.
Hay un elemento cultural y social que nos unifica precisamente porque permite comprender nuestras disconformidades: la escritura.
El carismático líder argentino, Juan Domingo Perón, decía que él no era un político, que lo que de verdad lo caracterizaba era ser un conductor y un político aficionado. Para ser un verdadero guía de masas había que tener técnica y teoría, no era indispensable ser fuerte en todas partes, lo necesario era tener suficiente fuerza en un momento y un lugar. Para el peronismo conducir impulsos era un arte. ¡Voilà!, esta semana que termina le llegaron estas dos condiciones al grupo de seguidores de Álvaro Uribe Vélez.