Existe. He conocido a personas brillantes con proyectos que deslumbran. Cuando las he vuelto a ver, la sorpresa ha sido grande, siguen ahí, con otras ideas geniales que tampoco serán realidad al igual a las que vendrán. Es posible que estuvieran esperando al genio de la botella o al hada madrina y su varita mágica. Por diversas razones, no dan el “paso” adelante.

El jueves que pasó, al final del día, recordé a varias de esas personas y pensé en ellas, pero también a la infinidad que tienen un sueño y a pesar de la pasión que su idea les despierta, albergan temores y se quedan inmóviles. ¿Por qué? De pronto, no tomar riesgos pueda darles tranquilidad, pero de lo que no se dan cuenta es que el verdadero riesgo consiste en no tomarlo. En otros casos, hay paradigmas que parecen tatuados en la mente y se traducen en pensamientos del tipo “no se puede”. Incluso los hay que se escurren porque “para hacer esto se necesita mucho dinero”. En este caso diría que tienen razón, pero ¿qué idea se puede realizar sin inversión? ¿Con la ayuda del genio o de la varita del hada?

Decía jueves porque ese día recibí la inducción como nuevo miembro de la junta directiva de Bancóldex, el Banco de Desarrollo Empresarial de Colombia. Estando en sus entrañas pude descubrir que tenemos “la máquina de los sueños”. Cuando se creó en 1991, era un banco orientado a apoyar las exportaciones, hoy es la nave bandera del gobierno para estimular el crecimiento empresarial, irrigando recursos mayormente a través del sistema bancario. Es un banco diferente, su rentabilidad tiene dos componentes esenciales: económico y de impacto social. No se puede comparar con un banco convencional cuya rentabilidad usual logra márgenes superiores, lo que de ninguna forma le resta a su belleza y esbeltez. Sin duda, necesitará crecer para poder estar al ritmo de las nuevas generaciones de empresarios que desde el principio piensan en grande, se mueven rápido y, para ellos, el espacio más importante de tiempo es “¡ya!”, porque vivimos en la era del “click” y el “enter”.

Bancóldex ofrece, más que cualquier otra institución equivalente: conocimiento, recursos e información estratégica a través de sistemas adecuados como Innpulsa, por ejemplo. Una de las piezas maestras es el Datlas (http://datlascolombia.bancoldex.com), el atlas de complejidad económica. Es una herramienta muy potente que sirve para identificar oportunidades de diversificación y sofisticación de nuestra oferta exportadora. Además, es gratis y fácil de usar. La implementación del Datlas la lideró el barranquillero Luis Fernando Castro, quien presidió el banco del 2013 al 2017, periodo en el que lo enfocó a convertirlo más en “el banco de los empresarios” y menos en un “banco de bancos”; hoy se extendió a ser el “banco de los emprendedores”. El equipo de personas que conocí me pareció talentoso y comprometido, es una de esas empresas que el gobierno tiene para mostrar. Acompañaré a su presidente, Javier Díaz Fajardo, a lograr las metas, pero, en especial, a contribuir para que la Región Caribe sea la mejor plataforma exportadora de Colombia.

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