Este 2020 cumple 100 años de fundada la Naviera Fluvial Colombiana. No es la efemérides de una empresa más, es la muestra fehaciente del tesón, de la resistencia y de la capacidad de adaptarse a los cambios obligados de una compañía que depende de muchos factores externos que se salen de su alcance y que tiene que superar. No son gratas algunas comparaciones, pero a veces sí son necesarias, Avianca, la segunda aerolínea más antigua del mundo también cumplió 100 años y también nació en Barranquilla, pero a diferencia de la compañía con alas, a la que hoy sentimos distante e ingrata, la Naviera Fluvial Colombiana sí ha mantenido a nuestra ciudad como su sede legal y operativa. Su fuerza laboral actual la conforman 320 personas de manera directa, y quizás sean muchos los barranquilleros que no sepan el tremendo astillero que la Naviera tiene en La Loma 3, y que es este complejo naval, el que obligó a que Alex Char decidiera dotar de un gran puente abatible a la Avenida del Río, porque por ese caño de Las Compañías ingresan y salen de ese gran astillero, los remolcadores y bongos fluviales de la Naviera. Información clave para quienes califican de inservible ese puente.
Barranquilla es una ciudad puerto por naturaleza, y su mayor ventaja comparativa es que por ser río y ser mar, podemos ofrecer un transporte multimodal de carga, utilizando la vía más natural y económica posible, la gran arteria fluvial del Magdalena, descuidada hasta ahora por los gobiernos centrales, pero con un futuro promisorio cuando se haga realidad la cacareada APP del Río, y pueda Colombia contar con una verdadera autopista acuática desde la costa hasta Barrancabermeja, y ojalá en un futuro hasta La Dorada. Fue fundada la Naviera en 1920 por el presidente Carlos E. Restrepo y entusiastas empresarios antioqueños cuando el desarrollo de Barranquilla atraía a inversionistas nacionales y extranjeros, y adquirida 38 años después por don Humberto Muñoz Ruiz, quien fue su impulsor definitivo, cuando ya había pasado la primera mitad del siglo XX, época dorada del río, el cual era utilizado también como transporte de pasajeros en gloriosos buques fluviales, así como la más económica alternativa de carga cuando nuestra red de carreteras era tan precaria. Y aún hoy estamos lejos de contar con las autopistas que harían más competitivo nuestro país ante el mundo. Gracias a sus parámetros de control y por el gran servicio que le presta al país, la Naviera Fluvial Colombiana S.A. ha sido galardonada y reconocida en diferentes espacios públicos y privados por el éxito obtenido en su larga trayectoria. En 1970 recibió la “Orden del Mérito Industrial” en la categoría de Gran Oficial, de parte de la Presidencia de la República. En 2010 el Senado le otorgó la “Orden del Congreso de Colombia” en grado de Comendador, nuestra ciudad le otorgó la “Medalla Puerta de Oro de Colombia”, y en el 2015 recibió una medalla por “Servicios Distinguidos a la Armada Nacional” por parte del Consejo Nacional.
Hoy, cuando los barranquilleros volvemos a darle la cara al Magdalena gracias al nuevo malecón, además de caribes, nos sentimos ribereños, y resulta justo reconocer que desde hace 100 años la Naviera Fluvial Colombiana le ha recordado a todo el país que nació y se ha mantenido por siempre en la mejor esquina de Colombia, en la calle Mar Caribe con carrera Río Magdalena. Por todo lo anterior hoy simplemente le digo: ¡Gracias!