Hoy se celebra la anual puesta en escena de la igualdad y la inclusión de las mujeres, que generalmente cuenta con misa con las autoridades presentes, envío de flores, chocolates y otras galguerías a las ejecutivas y a las empleadas de cierto rango y, en paralelo, las feministas intentamos hacer presencia a través de movilizaciones donde se reclama, principalmente, el derecho a la vida. Porque no nos llamemos a engaños, nos siguen exterminando en las más infames formas y a cualquier edad y el motivo siempre, salvo escasas ocasiones es, simple y llanamente, ser mujer.
Sé que las cifras de asesinatos de hombres son altísimas pero les pregunto: ¿en cuántos de los casos nos dicen que fueron victimizados por su esposa, su novia, su compañera, su examante, su abuela, su mamá o aquella a la que rechazó y no le recibió el cortejo? La verdad, son excepcionales esos crímenes y, por lo general, están precedidos por una violencia espantosa contra ella, que opta por elegir su subsistencia mediante el expediente de acabar con su victimario perenne.
Por eso, en la semana que termina y gracias a la iniciativa de Ana María Mesa, una periodista manizalita y poderosa tuitera, @animesa, -a quien admiro y respeto tanto como a Carolina Sanín, @SaninPazC, y a Margarita Rosa de Francisco, @Margaritarosadf— muchas nos dimos en la tarea de lanzar tuits bajo el lema #comoloshombres, que consistía en tratarlos en la forma como ellos nos hablan a nosotras con demasiada frecuencia, para mostrarles que tan degradante es para una persona ese llaneza displicente y sexista. Desde luego salieron verdaderas maravillas y, valga decirlo, pudimos reírnos un poco por lo ridículo que resulta, a ver si ellos lo entienden. Algunos caballeros nos retuitearon y se cuestionaron, se les agradece y mucho, pero la mayoría guardó silencio.
He aquí, a mi gusto, la mejor respuesta masculina de David Núñez, “Después de varios días de dinámica y aún hay hombres reaccionando a este tipo de comentarios con cosas como ‘solo quiere llamar la atención’, ‘es sarcasmo’, ‘no comparto tu opinión’. Temo mucho por mi género, estamos llenos de pendejos”. Y a continuación las frases que se nos ocurrieron a muchas:
-Buenas tardes doctor, Buenas tardes niño.
-A ver yo me quiero tomar una foto con la doctora y el pelado bonito. –El pelado bonito también es doctor. –Ay, pero no te ofendas por eso, no te pongas difícil.
-Presentadora: con ustedes el bellísimo Robert Farah o con ustedes el hermoso James Rodríguez. ¿Cierto que no?
-Hombres de pelo largo e ideas cortas—
-Papito, usté toma notas mientras nosotras discutimos.
-Mijo, usté no sabe de deportes, vaya y nos trae hielito mientras nosotras apostamos.
-Usted es demasiado sexy para trabajar con nosotras.
-¿Cómo hace para trabajar con tanto tipo, con lo complicados que son?
-¿Ese? Pero si ese es un brincón, no debe lavar ni los calzoncillos… ¿Se la pillan?
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