Ante la necesidad de innovar y transformarnos continuamente para forjar el futuro deseado, es importante hacer un alto en el camino y pensar por un momento, cuáles son esos pilares esenciales que no debemos perder de vista algo como nuestra humanidad. Como rector de Areandina, Institución de Educación Superior que vela por una educación de calidad para futuros profesionales integrales, quiero compartirles estas importantes lecciones que he aprendido sobre la innovación.

Formar seres integrales, Albert Einstein decía que plantear nuevas preguntas, nuevas posibilidades, mirar viejos problemas desde un ángulo nuevo, requiere de imaginación creativa y provoca un verdadero avance en la ciencia. Lo que hoy en día nos lleva a hablar de ideas disruptivas cuando de creatividad imaginación e innovación se trata, y cómo nos ayudan a hacer frente a los desafíos que atravesamos como humanidad en un mundo volátil.

En Areandina, llevamos años consolidando una educación con el propósito de formar personas integrales y felices, seres que siempre han sido el eje central de toda nuestra institución, fortaleciendo cada vez más el impacto académico y profesional dentro de la sociedad. Un innovador abre su mente y mantiene su objetivo de aportar a la consolidación de comunidades cada vez más equitativas y sostenibles.

La innovación como punto de partida. Promover e impulsar un liderazgo colectivo permite capitalizar los talentos de un determinado grupo, por lo que es inherente estar abierto a los cambios, a las nuevas ideas. Si bien la innovación constituye una de las fuerzas para el desarrollo global, la curiosidad debe nutrirse de manera constante y en ese sentido, la mejor forma de estimularla es a través de la diversidad.

Todo espacio que contemple la innovación, debe estar incentivada por la creación de entornos y liderazgos colaborativos, pues la creación de un mundo mejor, nace a partir del cruce de diversas mentes, disciplinas y perspectivas.

Power Skills. La innovación no es una carrera de corto aliento, sino una maratón. De ahí que uno de los pasos más importantes en nuestro camino haya sido perder el miedo al fracaso. Sin importar qué tan buenos seamos, equivocarnos además de natural e inevitable es la puerta de entrada para adquirir más conocimiento. Es en este punto que el concepto de resiliencia cobra especial relevancia; en este sentido, más allá de aprender modelos rígidos de educación, en Areandina creemos en el valor de las power skills, es decir, aquellas competencias que se centran en pensar y sentir como la comprensión, la empatía y la resiliencia.

Ciertamente, hemos adoptado estos puntos en Areandina y una prueba de que lo hemos hecho con éxito es que recientemente ocupamos el primer lugar en el ranking Great Culture to Innovate. Este es un reconocimiento que indica que somos la empresa con la cultura más innovadora del país entre las 116 que participaron. He visto de primera mano cómo esto fue posible gracias a una filosofía basada en la búsqueda de la felicidad, individual y colectiva; un Sello Transformador Areandino y la innovación como motor. Todos estos elementos han permeado cada parte de nuestro día a día hasta convertirse en nuestro ADN.

*Rector de Areandina