Barranquilla necesita árboles. Más de los que tiene hoy. Necesita paisajismo para mejorar la estética urbana. Necesita más zonas verdes. Necesita parques grandes. Nada de eso está en discusión, pues se requiere adaptar la ciudad al calentamiento global. Hay que bajar la temperatura de la urbe para que las temporadas de calor no nos asolen con la brutalidad de hoy. Nadie discute esto. Sería ir en contra de una exigencia de la humanidad. Y oponernos absurdamente a ser una biodiverciudad. Propósito ambiental que no está sujeto a controversias estériles y que debemos respaldar.

Lo que sí está en discusión es cómo lo hacemos. Y aquí entro al tema de hoy en relación con el cual exijo una clara y convincente explicación. Como columnista porque es mi deber periodístico. Y como director de Protransparencia porque su divisa de combate es hacer público lo público. Para eso fue creada hace 21 años por la Cámara de Comercio.

Resulta que el alcalde Jaime Pumarejo le ha dado libre a una sociedad de economía mixta denominada Siembra Más SAS, que entre 2021 y 2040 invertirá más de un billón de pesos (1.061.677.708.663) de recursos provenientes de las regalías de la Triple A, del impuesto a la telefonía y de los ingresos corrientes de libre destinación.

En unos certificados de existencia y representación legal de la Cámara de Comercio, encontré que de la sociedad conformada por el Distrito hacen parte Luis Fernando Gómez Cadena y Oscar Germán Gómez Cadena (gerentes principal y suplente respectivamente) de una empresa llamada Ecojardineros SAS.

Alcalde, permítame preguntarle: ¿Por qué convidar a un privado a formar parte de Siembra Más SAS si los recursos del proyecto provienen de las fuentes mencionadas arriba? ¿Por qué no delegarle la tarea de mejorar los espacios verdes a una alianza entre Barranquilla Verde, la Agencia Distrital de Infraestructura (ADI) y la Triple A? ¿No sería menor la inversión proyectada a 20 años?

En aras de la transparencia, creo que el alcalde tenía que informar sobre esta decisión que tomó con el exclusivo aval del Concejo. Es extraño porque el mandatario todos los huevitos que pone los cacarea oportunamente. Sin embargo, este huevito de un billón de pesos fue empollado silenciosamente.

El joven ingeniero Carlos Acosta, gerente de ciudad, ha dicho que el matrimonio con un privado es porque éste aporta experiencia. Lo comprendo cuando se ejecutan proyectos que escapan a las capacidades de la institucionalidad. Por tanto, tendrían que demostrar que Barranquilla Verde, la ADI y la Triple A no están preparadas para sembrar árboles, mantenerlos, hacer paisajismo, etcétera.

La verdad es que este cuento del billón de pesos es un generador de interrogantes. Y lo poquito que he asimilado en la lucha por la transparencia me indica que allí donde no la hay podría haber ‘gato encerrado’. Como se dice coloquialmente.

@HoracioBrieva