El estudio de casos se ha convertido en una estrategia muy eficaz para que los interesados en aprender de una disciplina desarrollen habilidades buscando soluciones a una historia concreta. El caso será relevante en función de su potencial para explicar un fenómeno más general. Algunos de los hechos referidos en los casos pueden estar dramatizados o incluso ser ficticios, buscando con ello hacer énfasis en situaciones de marcado interés.
Como ejemplo de lo anterior describo a continuación el caso de un varón de 44 años de edad, deportista de alto rendimiento, con historia de múltiples cirugías por lesiones en columna y rodilla en los últimos once años. En algún momento de la evolución de su enfermedad, por sus cuadros de dolor agudo, le fueron formula- dos analgésicos opioides, los cuales tomó inicialmente siguiendo las recomendaciones médicas de dosis y frecuencia. Al ir desarrollando tolerancia a los medicamentos prescritos, empezó a consumirlos sin precaución.
En el deporte que él practicaba los controles antidopaje no eran muy estrictos y si bien , algunas de los sustancias que consumía estaban en la lista de prohibidas, amparaba su ingesta bajo la modalidad de “excepciones por uso terapéutico”. Lo que inició como un tratamiento fue migrando a una adicción y con ella vinieron las crisis de ansiedad por necesidad de consumo. El rendimiento deportivo disminuyó ostensiblemente, su vida familiar se vio seriamente afectada y lo que hasta ese momento era una situación personal, se convirtió en un problema legal al ser arrestado por conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas. Las muestras toxicológicas evidenciaron consumo de Hidrocodona e Hidromorfona ( analgésicos opioides ), Alprazolam y Zolpidem (ansiolíticos), y derivados de la marihuana usados para el tratamiento de dolores crónicos.
Dentro de los compromiso que el deportista adquirió, para evitar un castigo judicial mayor, estuvo el de someterse a un tratamiento intensivo de rehabilitación que lo liberase de la adicción a estas sustancias. Felizmente la terapia logró su objetivo, el paciente pudo recuperar su vida familiar, volver a la competencia y triunfar de manera espectacular como lo hacía antes de su adicción.
A diferencia del paciente del caso anterior, más de 10 millones de estadounidenses por año siguen abusando de los analgésicos opioides de venta con receta. Las muertes asociadas a este consumo desbordado motivaron, entre otras causas, a que en el año 2017 se declarara una emergencia de salud pública en ese país.
En Colombia aún no contamos con cifras claras que muestren la magnitud de este problema. Si bien, muchos de esos medicamentos son ahora de venta controlada, un mercado ilegal conocido por todos funciona muy eficientemente para los “asiduos usuarios” de estos analgésicos y ansiolíticos.
El dolor y la ansiedad son condiciones de salud que deben tratarse de manera integral. Los pacientes deben ser informados de los potenciales efectos adictivos de las drogas que usan en sus tratamientos y de los posibles eventos adversos a que se exponen si su consumo no se hace de manera responsable.
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