El Festival de Cine de Cannes ha revelado el nuevo cartel que representará su 77ª edición, rindiendo homenaje al reconocido director japones Akira Kurosawa, y hace referencia a una de sus últimas producciones, Rhapsody in August, que participó en el festival en 1991 fuera de competencia.

Kurosawa fue un prolífico escritor, director y productor reconocido por su extensa filmografía que abarca cinco décadas. Entre sus obras más destacadas se encuentran Rashomon (1950), ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, Ikiru (1952), Seven Samurai (1954), Throne of Blood (1957), Yoojimboi (1961), Dersu Uzala (1975), Kagemusha (1980), que ganó la Palma de Oro, y Ran (1985), entre otras.

Rhapsody in August está basada en la novela “Nabe no naka” de Kiyoto Murata, y se centra en una “hibakusha”, nombre que se lo otorga a los sobrevivientes de la bomba atómica, quien perdió a su marido en el bombardeo de Nagasaki el 9 de agosto de 1945. Mientras ella cuida de sus nietos durante un verano, se entera de que su hermano que vive en Hawái desea que lo visite antes de morir. Esto revive los lazos familiares que se mueven entre Estados Unidos y Japón, llevando a la familia a enfrentar un traumático pasado.

Mientras los recuerdos afloran y la memoria se deteriora, esta mujer se concentra en el verdadero legado que quiere dejar a las generaciones futuras, como es el de la integridad, el amor y la fe para superar los resentimientos del pasado.

En tiempos como los actuales, no podría haber una mejor elección que este trabajo de Kurosawa para recordarnos la importancia de la unidad y la armonía.

En el comunicado del Festival se menciona cómo este cartel, que muestra a la familia sentada de espaldas contemplando un paisaje a la luz de la luna, “celebra el Séptimo Arte, con ingenuidad y asombro; da voz a todos, y permite la emancipación. Al recordar heridas, combate el olvido y, llama a la unión. Porque calma el trauma, ayuda a reparar a los vivos".

“En un mundo frágil que constantemente cuestiona la alteridad, el Festival de Cannes reafirma una convicción: el cine es un santuario universal para la expresión y el compartir. Un lugar donde nuestra humanidad se escribe tanto como nuestra libertad”.